Los atardeceres desde la piscina no pueden sino prometer amenas veladas. Un amplio deck de madera de lapacho rodea a la pileta. El lugar es ideal para reposeras, puffs, almohadones y colchonetas; magnífico para una tarde de picnic al aire libre.
El caminero de madera acompaña hasta la sala de descanso, vestida con puertas corredizas de carpintería de aluminio y vidrio templado de Glasstex en dos de sus alas. Esto posibilita no perder de vista el paisaje en días de lluvia o mientras se disfruta de las bondades del aire acondicionado. Por dentro se observa ladrillo visto en una de las paredes, y de ella cuelgan pinturas –paisajes con motivos fluviales, flores y bodegones que hacen juego con objetos de la sala–.
Los almohadones aportan color con sus flores y hojas. Los objetos y las sillas de ratán sintético son de Feria Asunción. Otros muebles son de Casa Viva, Todoksa y los accesorios de La Mestiza.
La obra es del arquitecto Juan José Giangreco.
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