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La ingeniera Rudy Lugo Santander explica que, en el caso de ornamentales, el objetivo de la poda es lograr mayor cantidad o calidad de flores, frutos o bellas hojas.
Si son plantas frutales, el objetivo será conseguir más frutas y de mayor calidad.
Si son especies leñosas o forestales, el propósito sería producir mejor calidad de tronco destinado a las industrias.
Toda poda tiene una finalidad específica y se pueden dar varios tipos de podas.
La poda de formación se realiza en los primeros estadios de crecimiento de la planta, con la finalidad de darle forma, que pueda permitir por ejemplo la cosecha, o para que adopte un forma más estética –muy utilizada por los paisajistas–, por ejemplo en la parquización de lugares públicos.
Levantamiento de copa para que entre mayor cantidad de luz. Poda de despunte o pinzado: se realiza en las ornamentales para que produzcan más ramas y adopten una forma más globosa, o bien en el caso de ornamentales de flor para que produzcan más flores por rama, como es el caso de la producción de crisantemos multiflorales, bonsái y otros.
Poda de saneamiento: muy utilizada en diferentes tipos de plantas; con este tipo de poda se consigue eliminar partes de la planta, como ramas muertas, enfermas, amontonadas, débilmente conectadas y de poco vigor, que pudieran estar afectadas por alguna lesión y que comprometan la salud de la planta a corto plazo.
Se recurre a la poda de la parte afectada, usando sellador en los cortes para evitar el ingreso de patógenos que pudieran comprometer la vida de la planta.
Poda de fructificación: muy utilizada en frutales para obtener mayor y mejor calidad de frutas.
Poda de rejuvenecimiento: esta poda se realiza con la finalidad de prolongar más la vida de las plantas. Al eliminar ramas secas y enfermas se estimula a la planta a renovar follaje y el crecimiento de nuevas ramas, más vigorosas y en buenas condiciones, saludables, seguras y atractivas.