Si quiere darle toques exóticos a una sala elija tejidos que rememoren a los de la India, los objetos del Oriente Medio, otros con colores y formas de África y hasta de marcado sesgo asiático. Hoy se usa muchísimo la fusión de estilos, por eso en una sala contemporánea no faltan libros de viajes, o de gastronomía internacional. Un globo terráqueo invita a visitar un próximo destino y varias almohadas y alfombras de lugares fantásticos crean una atmósfera ideal para charlas en torno a experiencias maravillosas. Máscaras, cuadros, todo es bienvenido, pero sin exagerar. Una tetera, búhos, cajas sorpresa y un sinfín de adornos conforman una variada forma de recordar sitios donde hemos estado o soñamos conocer. Hay quienes atesoran piedras, otros son felices con accesorios para vestir y en algunas residencias hay un paseo sin necesidad de tomar un ómnibus o un avión. Es dejarse llevar por la cultura de los mundos que conocemos e imaginamos.
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