Tregua en la ciudad

Cual refugio natural, en esta residencia abundan las palmeras; diferentes especies adornan un primer patio de entrada, el sector de la pileta e inclusive hay algunas de interior ubicadas en el quincho.

https://arc-anglerfish-arc2-prod-abccolor.s3.amazonaws.com/public/DGGT5H4QFVFCJKXT3E7UU7WPWA.jpg

Cargando...

Entre las varias especies que forman este oasis se incluyen la pándanus, cola de zorro, bismarckia, kentia, la palma de lucuba, licuala, y hasta algunas en peligro de extinción –como la rubra–. Otras plantas conviven en el gran espacio verde de este hogar que respeta la naturaleza; se ven santarritas, orquídeas en diferentes colores –desde blancas hasta tonos rosados y corales–, alpinias, entre otras. Se trata de un reservorio de oxígeno en la ciudad, para disfrutar de un fresco chapuzón en días cálidos o una tarde tranquila en medio del palmeral.

El arquitecto Aníbal Maidana tuvo a su cargo esta obra, en la que se da especial atención al quincho, un espacio de encuentro que no se separa del verdor, gracias a su entero contorno de vidrio, que permite abrirse a las fragancias de las plantas que lo circundan, o bien cerrarse en invierno, pero con la posibilidad de disfrutar visualmente de este paraíso casero. 

La iluminación natural es la clave en este sitio de plácidas veladas. El arte acompaña con una colorida obra de Michael Burt y se cuenta con objetos decorativos del artista plástico Félix Toranzos. En los muebles se observan la madera y el cuero, dando predominancia a los cálidos tonos marrones en todo el espacio, en correcta combinación con los toques de piedra y las alfombras finamente decoradas. Grandes espejos ayudan a ampliar aún más el área destinada a albergar a un gran número de invitados. Y no se escatima en mesas, sillones, butacas y sillas, apropiadamente ubicados en el salón. 

Texto: alba.acosta@abc.com.py 

Fotografía: Virgilio Vera

Enlance copiado
Content ...
Cargando...Cargando ...