La normativa establece que los interesados en explotar este tipo de máquinas deben tener autorización de la comuna. Sin embargo, varios no realizaron este trámite, según los intervinientes.
El asesor jurídico de la Dirección de Industria y Comercio de la Municipalidad, Andrés Duarte, señaló que se inició una verdadera “cacería” de los aparatos que en su mayoría están ubicados en los alrededores de las instituciones educativas.
Añadió que los tragamonedas incautados fueron llevados al depósito de la comuna para dar cumplimiento a la ordenanza.
