Estuvieron presentes el obispo de la diócesis local, Claudio Giménez; el gobernador de Cordillera, Carlos María López (PLRA); y el jefe de Policía de este departamento, Gilberto Gauto, así como la fiscal Gloria Gamarra, en representación del Ministerio Público, y concejales municipales.
El obispo Giménez subrayó que es de suma urgencia contar con agentes antidrogas en la comunidad, debido a la gran cantidad de microtraficantes que operan en la zona y son la causa de la mayoría de los delitos cometidos, según refirió.
Al respecto, cuestionó a los organismos de seguridad porque cerca de las comisarías operan distribuidores de estupefacientes sin que sean combatidos. “Pareciera ser que se apaña o son cómplices de estos microtraficantes”, enfatizó el prelado.
En la reunión se pidió un trabajo más coordinado entre la Policía Nacional, el Ministerio Público y el Poder Judicial para evitar que los pocos delincuentes que son detenidos queden impunes y recuperen su libertad en poco tiempo.
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Se instó, además, a que las víctimas presenten sus denuncias y se ratifiquen en la fiscalía, para que se pueda tener pruebas necesarias para el castigo de los delitos.
Finalmente, se resolvió pactar una reunión con el ministro del Interior para solicitar más personal policial para el departamento. Actualmente, solo se cuenta con 500 agentes para una población aproximada de 400.000 habitantes. También pedirán la provisión de más patrulleras y equipos para combatir la criminalidad.
