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El jefe regional de la institución en el departamento de Ñeembucú, Óscar Sosa, señaló que se ha trabajado en la liberación de un tramo de la línea de alta tensión de 66.000 voltios que permitirá seguir con el plan de reponer las torres permanentes. Estas ya están reforzadas para resistir las condiciones climáticas que actualmente generan fuertes tormentas, con vientos de alta intensidad, explicó.
También refirió que la intensidad de las ráfagas de aire ha variado considerablemente desde la época en que fueron instaladas las torres hasta estos días. Según estudios realizados por técnicos a nivel central, actualmente el lugar es considerado un corredor de tormenta, con vientos que pueden superar largamente los 100 kilómetros por hora, explicó.
“La suspensión prolongada del suministro de energía eléctrica ocasionó muchos inconvenientes, pero era una necesidad”, afirmó.
El 24 de diciembre del año 2015, el Ñeembucú había quedado a oscuras, debido a una gran tormenta que derribó 26 torres de la línea de alta tensión de 66.000 voltios y más de 150 postes de cemento de la línea de transmisión de media tensión, en el distrito de Villalbín. Tras aproximadamente una semana de dura tarea, se pudo reponer la energía reemplazando los postes de media tensión y sustituyendo las torres de metal por torres de emergencia que hasta hoy siguen sosteniendo los cables que conducen la electricidad a todo el departamento.