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La orden religiosa se dedica a la oración contemplativa y de intercesión. Llevan la vida monástica tres hermanas, quienes rezan por toda la comunidad.
Las hermanas ermitañas Ana María, Carolina y Sabina llevan una vida plena de oración, mientras la comunidad vive su ajetreo propio y agitado por los problemas mundanos. La madre Ana María López expresó que las monjas ermitañas viven en el monasterio, que es su espacio sagrado, y apuntó que las ermitañas vinieron hace tres años a Misiones.
Se instalaron en principio en San Ignacio y luego de dos años se han trasladado, en noviembre del año pasado, a San Juan Bautista.
La comunidad monástica se afinca en el Km 197 de la Ruta 1 “Mariscal López”, en este distrito. Las hermanas viven alejadas de la ciudad y desarrollan una vida consagrada a Dios: “Somos mujeres consagradas. La palabra monja o monje significa: uno solo con Dios”.
La madre Ana María agrega: “Somos mujeres de Dios, unificadas con Dios, y nuestra misión es, en primer lugar, servir a Dios en la adoración, en la alabanza y en la intercesión por toda la humanidad”.
Añadió que las ermitañas al rezar presentan ante Dios a la humanidad como también sus necesidades.