Los trabajadores sanitarios recorren unos 80 kilómetros por día, en parte en motocicleta y en lugares no transitables por mal estado de las picadas, caminos y falta de puentes, llegan a los hogares a pie, ocultando el biciclo en el monte para evitar el robo.
“Nos gusta lo que hacemos, somos en total seis enfermeros. Tenemos que llevar nuestros programas sociales a unas 5.500 personas”, comentó la licenciada en Enfermería Sabina Zayas, de 49 años, quien agregó que “donde el camino es intransitable dejamos nuestra motito y caminamos para llegar a las familias. Hacemos consultas, llevamos medicamentos, vacunas y todos los programas sociales del Ministerio de Salud” .
Zayas confesó que en el puesto de salud de San Buenaventura actualmente no cuentan con médico y al respecto explicó que “la que estaba pidió su traslado, por el tema del camino. Siempre estamos aislados, es difícil llegar a la gente, pero lo hacemos con gusto”.
Este distrito del departamento de Itapúa sufre el aislamiento aún más cada vez que llueve a raíz de la falta de rutas de todo tiempo.
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Las comunidades aisladas tras cada precipitación pluvial son Katupyry, Taguató y otras compañías de Itapúa Poty. Si bien en esta localidad, ubicada a 122 kilómetros de Encarnación, la mayor parte de las rutas del centro urbano está asfaltada o con empedrado, la conexión con otros puntos de la población es solo por caminos de tierra.
El anhelo de los pobladores consiste en unir el tramo de la Ruta VI con el centro de Itapúa Poty, consistente en solo 25 kilómetros.
