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Regaliz (Glycyrrhiza glabra)
Es un arbusto conocido también como orozuz, miembro de la familia de las fabáceas, nativo de la Europa mediterránea y de Asia Menor. Se encuentra cultivado en muchos lugares, habiéndose naturalizado en muchos de ellos en sitios húmedos, como lechos de ríos, barrancos, vaguadas, etc. La raíz de esta planta es uno de los condimentos más antiguos. Dado el poder del regaliz como edulcorante, se utiliza habitualmente en la confección de golosinas y bebidas. Se usa con mucho control y moderación, ya que es entre 50 y 150 veces más endulzante que el azúcar. Tiene un sabor anisado y agridulce. En la cocina de vanguardia, el regaliz se ha incorporado en forma de infusión y, sobre todo, con el denominado polvo de regaliz como condimento tanto en repostería como en recetas saladas. El regaliz se utiliza como referencia para explicar un modelo de sabor que comparten distintas hierbas aromáticas y especias (anís, comino, eneldo, hinojo), y también para la cata de vinos. En la industria del tabaco se usa para mejorar el sabor de los cigarrillos. En la medicina tradicional china es un arbusto muy usado por sus propiedades antiinflamatorias. Su efecto es tan fuerte que se ha llegado a considerar como una cortisona natural que permite aliviar naturalmente muchas enfermedades inflamatorias, además de disminuir la tos y estimular la producción química que permiten tratar las úlceras. También es bueno para tratar calambres musculares, artritis, eczema y fatiga crónica; siendo una buena forma de consumirlo la infusión de la hierba o su extracto. Precauciones: no se puede utilizar en caso de diabetes del tipo II, en pacientes con hipertensión arterial, con aquellos que tengan poco potasio en la sangre, en enfermos de hepatitis y durante el embarazo. El consumo de té de regaliz también puede producir subidas de tensión, pero estas son muy infrecuentes y, generalmente, reversibles.
Retama de olor (Spartium junceum)
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Es una planta perenne, leguminosa, un arbusto que puede alcanzar los 3 m de altura, ubicado en sitios soleados, usualmente suelos áridos y arenosos. Tiene ramas delgadas en forma similar a los juncos, pocas hojas y unas bellas flores amarillas con mucho perfume. Es nativa del Mediterráneo, sudoeste de Asia, noroeste de África, pero ha sido ampliamente introducida en otras áreas. En Bolivia, Perú y demás países sudamericanos, se la conoce como retama, y se ha vuelto muy invasora en algunas áreas. Entre las etnias aymara y quechua, se piensa que protege contra el mal; espigas florales de retama se guardan en la casa, y los vendedores callejeros dejan sus ramos en sus barracas cuando cierran al anochecer. La planta también se utiliza como un saborizante y por su aceite esencial, que produce un colorante amarillo. Contiene alcaloides que actúan sobre el sistema nervioso, por lo que puede resultar muy potente y tóxica. Los efectos tóxicos derivan de los alcaloides que se encuentran en todas las partes de la planta (ramas, semillas, etc.). Las manifestaciones varían en función de la dosis, la vía de exposición y el tiempo transcurrido. Incluyen irritación de la mucosa oral y faríngea, hipersalivación, vómitos, dolor abdominal y diarrea. Sin embargo, también tiene propiedades medicinales diuréticas, purgantes, laxantes, y como emético. Esta planta debe consumirse cruda porque si se la cocina pierde los principios activos. Las ramas y las hojas ayudan a tratar problemas de retención de líquidos y estreñimiento. El látex es antiverrugoso y las semillas provenientes del fruto se utilizan en tratamientos para la caída del cabello y la hidropesía, pero también para la constipación. Hay que tener gran cuidado en su administración y dosis por su alto nivel de toxicidad, ya que es muy venenosa. Las dosis deben ser muy pequeñas, pues solo 5 mg pueden provocar efectos nocivos a quien la ingiera.
Fuentes: Remedios Naturales del Paraguay, de Caio Scavone, Ed. Servilibro; Wikipedia y ecomania.com
