Aromáticas y medicinales

Suico (Tagetes minuta)

También conocido como huacatay, es una planta anual que crece más de 1 m de altura, con hojas de color verde, de sabor y aroma intenso, con excelentes propiedades medicinales. Pertenece a la misma familia que el tagete de jardín, comúnmente denominado, "botón de oro". Es nativa de las regiones templadas y montañosas de América del Sur, Argentina, Chile, Bolivia, Perú y en cualquier parte del Paraguay. Es casi infaltable en los hogares paraguayos, muy conocida por el característico aroma que desprende. Es muy utilizada en la cocina peruana para preparar comidas típicas. El huacatay es la base de una salsa peruana muy típica llamada Ocopa, que es a base de queso fresco, maní tostado, leche y ají amarillo. Tiene un sabor característico, un poco similar al anís o la menta, razón por la cual los españoles en el Perú la llamaban "anisillo". Tiene principios activos contra bacterias, hongos y nematodos. Estudios laboratoriales realizados en Perú demuestran que esta especie contiene 7 de los 10 tiofenos más efectivos contra los virus. El suico es cultivado comercialmente por sus aceites esenciales que son utilizados en la industria alimenticia como saborizante, al igual que en la perfumería. Es una planta aromática, antirreumática, antihelmíntica, estomacal y diurética. También controla la diarrea, la gastritis y, en especial, los cólicos intestinales, dolores estomacales, y las digestiones lentas y difíciles. Es conocida la acción que tiene como antiflatulento (gases) en los bebés. Los médicos naturalistas peruanos la llaman "huacatai", y la usan con éxito para eliminar las lombrices intestinales (anquilostoma, sevo’i pytã y otros parásitos). Se usan sus hojas y tallos en una cantidad de 20 a 30 g por cada litro de agua en cocción, que puede tomarse como té o en el mate. Para combatir las lombrices se debe preparar un té con hojas y flores de suico y cáscara de naranja amarga, en una proporción de 30 g de cada uno, en una taza.

Tajy pytà (Tabebuia impetiginosa)

Este característico árbol nativo crece en toda la zona oriental del Paraguay hasta más de 25 m de altura. Se desarrolla muy bien en los terrenos húmedos y forma parte del estrato superior de los montes del país. Sus flores rojas a moradas son muy vistosas, ya que siempre sobresalen en medio de la espesura boscosa. Se lo conoce también como lapacho, “árbol sagrado de los incas" y los indios del Amazonas lo llaman Paú D'Arco. Muy rico en sales minerales y oligoelementos (calcio, potasio, hierro, estroncio, boro e iodo), la corteza tiene propiedades antivirales; refuerza las defensas inmunitarias y el organismo, ya que es un eficiente antioxidante. Destruye las bacterias nocivas y ayuda a eliminar las toxinas. Tiene acción antibacteriana, antiviral, antiinflamatoria, antifunguicida y laxante, y se usa en casos de baja inmunidad, debilidad, falta de energía y desequilibrios psicofísico en general. También combate excelentemente el reumatismo y es antidiabético, al reducir el nivel del azúcar en la sangre. Se están haciendo investigaciones respecto de su actividad contra el virus del SIDA (HIV) y el cáncer, pero todavía no hay resultados concluyentes. En usos externos (lavados), sirve para combatir los ataques de la sarna, el fuego de San Antonio, herpes, salpullidos y heridas de cualquier índole. Se utiliza la parte interna de la corteza, cortada en finas láminas. Unos 20 g de su leño (aserrín) o corteza, en un litro de agua en cocción, se toma como agua, té, en el mate o tereré. Para los lavados externos, se debe hervir 30 g de su corteza en un litro de agua. Las mujeres embarazadas o que estén amamantando no deben tomarlo.

Fuentes: Remedios Naturales del Paraguay, de Caio Scavone, Ed. Servilibro; Wikipedia y ecomania.com