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En esta ocasión fue compuesto especialmente un menú maridaje de cinco pasos, en el cual se degustaron en total seis vinos rosados, tres argentinos y tres de origen francés, haciendo realmente de la noche el momento ideal para poder degustar apropiadamente estos vinos y disfrutarlos en su plenitud.
Todos los seis vinos fueron preseleccionados por un sommelier, de forma que no hubieran grandes diferencias a nivel de calidad y, sobre todo, para que todos los rosados fueran vinos gastronómicos, es decir, con la intención de que acompañen comidas, ya que en el mercado encontramos rosados “dulzones” que son mucho más difíciles de maridar.
Los pasos
El primer paso fueron unas tapas sobre pan de ciabatta, con un pesto casero, morrones en oliva y un toque de queso de Parma; esto fue acompañado por dos rosados, ambos argentinos. Por un lado, el Trampa de Ricardo Santos, proveniente de Maipú, Mendoza (un vino elaborado a base de uvas Semillion y Malbec) y, por el otro lado, el Foster Pink, de Luján de Cuyo, Mendoza (un vino de color intenso, elaborado 100 % de uva Malbec). Cada uno con sus características particulares, pero ambos realmente muy ricos. (Estos dos vinos son importados por Decanter SRL).
El segundo paso de la noche era un típico plato de la cocina española: melón verde con trozos de jamón crudo. Fue acompañado del vino Festivo Rosé (un vino elaborado con 100 % uvas Malbec provenientes del Valle de Uco, Mendoza). Este vino seco, con características muy similares a los vinos franceses, fue muy agradable. (Lastimosamente aún no está a la venta en el mercado local, ya que está en pleno proceso de registro ante la INAN).
El tercer paso eran unos panini abiertos de salmón y queso gratinados con hierbas provenzales; este plato fue acompañado de uno de los vinos que más me gusta en el mercado, el Château des Muraires, del AOC Côtes de Provence. El maridaje fue perfecto, disfruté enormemente tanto del vino como del plato. El color rosa pálido del vino despertaba curiosidad por si tendría cuerpo, pero creo que todos quedaron cautivados por el mismo. (Este vino es importado por La Caoba SAIC).
El cuarto paso fueron unos fetuccinis caseros con una salsa ligera de hongos y trozos de pollo. Este plato fue acompañado de un rosado que hace poco nada más fue introducido al mercado: el Cloud Chaser, del AOC Côtes de Provence. Este vino sorprendió a todos por su sabor intenso y su color casi blanco que maridaba perfectamente, causando grata sorpresa entre los presentes. (Vino importado por Distribuidora Gloria SA).
Por último, al momento del postre, una tarta de mil hojas con unas peras finamente cortadas y un toque de azúcar caramelizado, acompañados de una bocha de helado de crema americana que cortaba el sabor poco amargo del caramelo. Este plato fue acompañado de uno de los rosés franceses que tuvieron muchísima aceptación en la última Expovino: Les Dauphines Reserve, del AOC Côtes du Rhone. De color rosa salmón claro y sabor intenso, el vino acompañó de maravillas al postre, se disfrutó aun no siendo un vino dulce. (Importado por Decanter SRL).
Les puedo decir que la pasé regio esa noche, así como creo que también todos los presentes. Se disfrutó, conoció y aprendió a percibir que el rosado es excelente para nuestro clima y, sobre todo, para la gastronomía.
Preciados lectores, ¡salud! y hasta el próximo sábado.
oligayet@hotmail.com