Los experimentos de Van Aken comenzaron en 2008, cuando se encontró con un huerto descuidado en el borde de la quiebra. De inmediato se compró la propiedad y comenzó a trabajar en su proyecto. Mediante injertos precisos, este profesor de arte de la Universidad de Syracuse (EE.UU.), logró un árbol que puede producir 40 frutas de hueso o drupas distintas. Para esto fue fundamental el consejo y la guía de otros profesionales, y la ventaja natural de que muchos de estos frutales poseen una estructura cromosómica similar, pudiendo unirse en el mismo árbol madre. El primer árbol fue plantado en el 2011 y cada árbol toma unos cinco años para crecer. Ya ha cedido 16 árboles hasta el momento que se plantaron alrededor de los Estados Unidos en Arkansas, Kentucky, Maine, Massachusetts, Nueva Jersey, Nueva York y Pensilvania. En una entrevista para la National Geographic Society, dijo: "Tomo un trozo de uno de los árboles que incluye la yema, lo inserto en una incisión de tamaño similar en el árbol madre con cinta adhesiva, se deja reposar y sanar en todo el invierno, a continuación, podo hacia atrás y esperamos que crezca". Cada uno de estos árboles son verdaderos tesoros de frutas que ya no se encuentran disponibles en el mercado con tanta facilidad. Por eso, además de ser una obra de arte, el proyecto de este profesor se ha vuelto una iniciativa de conservación que también podría llegar a implicar un ahorro de espacio para las huertas. En primavera, se puede disfrutar de sus colores rosas, violetas y blancos, y luego, ¡de sus frutas! Las texturas y colores que se conjugan con los sabores hacen de este un árbol único en el mundo.
16 de septiembre de 2016 - 22:09
El increíble árbol que da 40 tipos de frutos
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