Si bien el Malbec es –de lejos– el vino más consumido en Paraguay, cada vez más el interés de nuestros consumidores está enfocado hacia etiquetas diferentes. El Carmenere, con su historia de cepa reencontrada después de más de casi 150 años, cautiva a muchos y, por suerte, la cantidad de vinos de esta cepa en el mercado local va en aumento continuo, lo que hace que muchos ya tuvieran la oportunidad de degustarlo.
El Pinot Noir es otra de las variedades que está causando sensación entre los consumidores, probablemente debido a que escuchan que se trata de una variedad de uvas que es bastante suave y también porque es una variedad de vino tinto que se puede beber a una temperatura más baja (es decir, se lo puede enfriar y beber a temperaturas más cercanas a la de los vinos blancos), algo que en nuestro país es muy apreciado.
Últimamente se escucha a los consumidores hablar mucho del Tannat, esta puede ser una de aquellas variedades que más curiosidad está teniendo el público paraguayo, tal vez porque escuchan hablar mucho del vino uruguayo, porque escuchan decir que es una variedad muy fuerte (en cuanto a esto puedo confirmar que debemos terminar con ese preconcepto, porque los vinos Tannat son excelentes y muy equilibrados), o simplemente por ser una cepa más. Lastimosamente, en nuestro mercado hay muy pocos vinos Tannat, pero los que conseguimos son de una excelente calidad.
El Bonarda entró con cierta fuerza hace unos años atrás, gracias al esfuerzo de una importadora (London Import) que apostó a una bodega que produce excelentes vinos de esa cepa, el público se entusiasmó con la novedad y gustó. Hoy en día continúan consumiéndose bastantes vinos Bonarda en el país, pero creo que se ha despertado más el interés del consumidor hacia otras cepas.
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El Cabernet Franc está muy de moda en Argentina en este momento y, por lo tanto, todo lo que ocurre en la capital porteña, en algún momento llega a nuestro país, aunque lastimosamente aun no tenemos mucha variedad de vinos que ofrecer de esta cepa. En el mercado paraguayo hay disponibles uno o dos vinos de esta mítica cepa oriunda de Burdeos, pero no dudo que próximamente vayamos recibiendo más.
El Petit Verdot, si bien tiene amantes y detractores, como siempre digo, es cuestión de probarlo y luego tener un veredicto propio. Personalmente, me gusta y mucho, pero en nuestro mercado hay tan pocos que es difícil hacer una buena evaluación de esta cepa a nivel nacional. Lo que sí puedo decirles es que, de las pocas etiquetas que encontramos, algunas son fantásticas.
Otros vinos
Bien puedo estar olvidándome de uno u otro varietal, pero no puedo dejar de escribir acerca de unos vinos que sí están causando muchísima curiosidad, que son los vinos de fuera de nuestro continente, Australia es uno de ellos, Nueva Zelanda es otro, además de los vinos de los Estados Unidos, con su mítica cepa –el Zinfandel– a la cabeza. Por suerte, ya encontramos cada vez más y más de estos vinos y muchos los disfrutan cada semana, ese ya es uno de los puntos muy positivos del mercado nacional.
No puedo despedirme sin antes hablar del interés que tenemos hacia los vinos europeos. Crece muy tímidamente el querer saber más de los vinos de España y Portugal y sí, ya con más interés, el público desea entender y conocer los vinos de Italia y Francia.
Estimula a un sommelier ver este interés y que el consumidor disfrute de los vinos cuando los descubre. Pero todos tendrán su oportunidad los días 31 de mayo y 1 de junio, durante la próxima edición de Expo Vinos 2017, que ya estamos preparando a toda marcha.
Preciados lectores, ¡salud a todos! y hasta el próximo sábado.
oligayet@hotmail.com