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Chimichurri

Es un aderezo típico argentino, pero a la vez muy popular en muchos países de Latinoamérica. Una salsa de consistencia líquida repleta de condimentos, hierbas, ajo, aceite y vinagre. Se usa para acompañar carnes, en especial los asados, y también es un clásico aderezo para las empanadas. También se puede usar como aliño de pescados y verduras asadas. El chimichurri se preparaba con una base de salmuera hacia la mitad del siglo XIX, posteriormente sería sustituida por vinagre. En su preparación se utilizan como base: perejil, ajo, vinagre, ají picante y sal. Pueden agregarse otros condimentos, como orégano, pimienta, tomillo, laurel, cebolla, morrón, mostaza en polvo y cebolla de verdeo. Los ingredientes sólidos son triturados en un mortero y después vertidos en la emulsión de aceite y vinagre, se mezclan y se dejan macerar por unos días. Hay dos clases de chimichurris, los suaves y los fuertes, que se caracterizan porque tienen mayor cantidad de ají picante. La palabra chimichurri es de origen incierto. No se ha establecido con certeza absoluta que el origen de la palabra se deba a un hecho concreto, un acontecimiento histórico, o que haya sido derivación de antiguas palabras indígenas o españolas ya olvidadas. Una teoría plantea que el origen habría que buscarlo en el País Vasco. El chimichurri provendría del tximitxurri, que en euskera significaría “revoltijo” o “mezcla”. De hecho, en la cocina vasca existe una salsa similar, pero que se prepara con ajo y perejil, junto con hierbas aromáticas, chile rojo, pimienta de cayena, tomillo y romero.

La receta: 2 mazos de hojas de perejil fresco sin tallos, 2 ramitas de orégano fresco (solo las hojas), 5 dientes de ajo pelados y picados, 1 a 2 cdas. de ají molido seco picante, ¾ taza de vinagre, 2 tazas de aceite, sal y pimienta a gusto. Colocar todos los ingredientes en un mortero o la licuadora, y triturar hasta que ser forme una salsa. Guardar la salsa chimichurri en la heladera hasta el momento de servir.

Chimol

Es una salsa tradicional típica de El Salvador. Como muchas otras salsas de países cercanos a México, recuerda un poco en su sabor al Pico de Gallo mexicano, pero con notables diferencias las cuales la hacen única. En su país de origen acompaña a casi todo: arroces, carnes, pescados, papas fritas, tortillas, etcétera. Es una salsa sencilla y muy sabrosa, ligeramente picante y refrescante a la vez.

La receta: 4 tomates redondos cortados por la mitad, 2 cdas. de aceite de oliva, 3 cdas. de hojas cilantro fresco picado, 3 cdas. de hojas de menta fresca picadas, 1 cebolla roja pequeña picada fina, 4 rábanos picados,

1 cdita. de comino molido, 1 pizca de ají molido seco, el jugo de 2 limones, sal, a gusto. Cortar los tomates por la mitad y colocarlos ligeramente engrasados con un poco de aceite en una plancha al fuego. Cocinarlos por ambos lados a fuego alto durante unos minutos hasta que estén tiernos y ligeramente chamuscados. Dejar enfriar y reservar. En un bol amplio, mezclar el resto de los ingredientes, todos muy bien picados. Pelar los tomates y picarlos en trocitos pequeños e irregulares. Añadirlos al bol con el resto de los ingredientes y mezclar bien. Dejar reposar unos 30 min antes de servir, para que se potencien bien los sabores.