Vertical y horizontal

Son dos palabras muy utilizadas en el mundo del vino y que pocos conocen, ya que no están acostumbrados a participar de catas de este estilo.

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La cata horizontal

Es la más fácil y común de organizar, ya que para ello se necesitan vinos de una misma añada, es decir, del mismo año de cosecha. Pongo como ejemplo elegir cinco vinos Cabernet Sauvignon del 2013, sin importar su origen. Pueden ser Montgras Reserva 2013, Luigi Bosca 2013, Salentein Reserva 2013, Escorihuela Gascón Reserva 2013 y Gauchezco Reserva 2013. Todos ellos están en el mercado, y su precio oscila entre los G. 65.000 y 80.000. Estas botellas se descorchan y se sirven para analizar cada una de ellas e identificar cuál es el vino que más te gustó. También, se puede hacerlo a ciegas, es decir, cubriendo las etiquetas, así no hay influencias externas al decir cuál es el que más te gustó.

Otro tipo de cata horizontal es cuando se prueban todos los vinos de un mismo año y productor. Por ejemplo, un caso que es muy fácil encontrar en Asunción y es de buena calidad: Fond de Cave Reserva 2014 Cabernet Sauvignon, Fond de Cave Reserva 2014 Malbec, Fond de Cave Reserva 2014 Chardonnay y Fond de Cave Reserva 2014 Blend.

En las horizontales también puedo optar por algo más técnico (pero siempre respetando que los vinos sean del mismo año de cosecha), por ejemplo, estos vinos de Familia Zuccardi, todos ellos son Malbec, del Valle de Uco, en Mendoza, pero vienen de terroirs diferentes. Es el caso de la línea Aluvional, con tres etiquetas: La Consulta, Altamira y Vista Flores.

Como se darán cuenta, hay una inmensa cantidad de posibilidades para hacer una cata temática, especialmente en las horizontales, ya que conseguir vinos de una misma añada (y si es joven) es bastante fácil y da lugar a poder disfrutar de diferentes vinos.

La cata vertical

Esto sí es algo más difícil, ya que lo que se busca para este tipo de eventos es tener diferentes añadas de un mismo vino. Aquí en el Paraguay se complica, porque no se acostumbra a guardar vinos, ya que los consumidores compran y beben las botellas casi de inmediato. Pero siempre hay algunas bodegas o importadoras que toman en cuenta este detalle para poder demostrar a los consumidores cómo un vino puede evolucionar en el tiempo. Uno que se conserva bien por un periodo de 20 años es lo que muchos llaman “un gran vino”, y ello solo es posible determinarlo al descorchar varias botellas y degustar los vinos.

Particularmente, soy un fanático de las catas verticales. La gran mayoría de los buenos vinos que tengo en mi cava están aguardando el momento para realizar uno de estos eventos, que en muchas ocasiones son muy apreciados por los enófilos. Poder servir tres o cuatro vinos iguales, pero de añadas diferentes y que haya una diferencia de ocho años como mínimo (entre el más joven y el más añejo); poder descubrir su evolución, cómo van quedando los taninos, y la evolución de los colores entre un vino joven y uno añejo es realmente espectacular.

En Asunción ya fueron organizadas varias de estas catas con vinos Marqués de Cáceres Crianza, Almaviva, Seña y otras etiquetas más. Pero hoy, una vez más, ocurrirá una de estas catas en la que se degustarán vinos de la bodega Ricardo Santos Malbec, comenzando por el año 2000 hasta llegar a las botellas del 2014, que son las que se están comercializando actualmente. Para este evento, las plazas ya están agotadas.

Antes de terminar el 2016 tendremos una vertical del afamado vino francés del AOC Saint Emilion: el Cheval Blanc. Esta cata será seguramente muy selectiva, ya que no se descorcha habitualmente un Grand Cru Clase “A” por descorcharlo nomás...

Preciados lectores, ¡salud a todos! y hasta el próximo sábado.

oligayet@hotmail.com

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