Michel Rolland, una bodega que lleva su nombre (Bodega Michel Rolland, cuyos vinos son importados a el Paraguay por El Imperio), queda en el Valle de Uco, dentro del Clos de los Siete. En cuanto a Alberto Antonini, su bodega es muy conocida en nuestro país, ya que a principio de siglo la importaba Leo Rubin; se llama “Alto Las Hormigas”, especialistas en Malbec, y hoy es importada por Frutos de los Andes. Por último, Paul Hobbs también tiene su bodega, se llama “Cobos” y es importada por Caminos del Vino de CDE.
Justamente de esta última es que vamos a hablar hoy. Viña Cobos, en Luján de Cuyo, a 35 min de la ciudad de Mendoza, pero a solo unos 800 m de donde estábamos hospedados. Está ubicada sobre la ruta 7 que lleva directo al cruce de los Andes y que tiene como destino final la ciudad Santiago de Chile. Es una ruta muy transitada, en la cual se encuentran varias bodegas, una casi lado de la otra, como el caso de Melipal, Ruca Malén, Sótano, entre otras, a no más de 300 m de distancia unas de otras.
Viña Cobos, de la mano de Paul Hobbs y con su jefe de enología residente, Andrés “Mono” Vignoni, elabora vinos de terroir desde 1999, año en que fue elaborado el primer Cobos Malbec. Desde entonces no para de producir vinos de calidad, buscando los mejores terroir de la zona central (Luján de Cuyo) como Agrelo, Las Compuertas, Perdriel y Vistalba. La altitud en esta zona varía entre los 800 y 1100 msnm, tiene un clima templado-frío que permite una óptima maduración de la uva.
Otra zona muy en auge últimamente es la del Valle de Uco, donde los paisajes al pie de la cordillera son magníficos y los diferentes terroir, como Los Chacayes, El Peral, Gualtallary, La Consulta y Los Árboles, cuya altitud varía entre los 900 y 1400 msnm, además de contar con una gran amplitud térmica y con ello obtienen una muy buena calidad de uvas con una piel mucho más resistente, lo que indiscutiblemente se convierte en vinos de gran calidad.
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Degustación
La visita estaba marcada para las 9:00, así que casi podríamos decir que desayunamos vino de gran calidad. En total no recuerdo el número final, pero fueron entre 14 y 16 vinos los que degustamos. El único blanco fue el Bramare Chardonnay Valle de Uco, que en verdad nos gustó mucho, ya que el mismo era frutal y suave en boca. El segundo vino que probamos era una novedad, se acababa de etiquetar, el Bramare Pinot Noir Valle de Uco (tanto me gustó que inclusive traje dos botellas en mi maleta). Después ya pasamos a los hermanos mayores: degustamos el Bramare Malbec Touza Vineyard, que me gustó por su equilibrio, un poco joven, pero entre los Bramare parecía el que estaba más en su punto. Ya fuimos a las grandes ligas, degustamos los vinos “top” de Viña Cobos, y la gente de la bodega no se guardó nada bajo la manga. “Pusieron toda la carne al asador”. Degustamos el Cobos Malbec Chañares Estate, con un rendimiento de 4.5 mil botellas por hectárea y 18 meses en barrica de roble francés. Este es un vino temperamental, pero fino al mismo tiempo. También degustamos el Cobos Malbec Malchiori Estate, del terroir de Perdriel, con un bajo rendimiento natural por ser viñedos de más de 50 años. Este Malbec a mi parecer es el más exquisito entre todos y en donde la potencia de la madera (18 meses en barrica de roble francés 85 % nueva) no era tan invasiva, dándole mi pulgar para arriba como uno de los mejores de Argentina.
Por último, degustamos el Cobos Volturno Malchiori Estate, un vino 95 % Cabernet Sauvignon y 5 % Malbec, intenso, profundo, muy aromático y que necesita decantar 2 h para poder disfrutarlo en todo su esplendor: el vino estaba magnífico.
Esta fue la penúltima bodega que visitamos en Mendoza y la barra estaba muy arriba, pero el grupo lo disfrutó y agradezco a Andrés Vignoni por habernos recibido. Apreciados lectores, ¡salud! y hasta el próximo sábado.
