Vista a las bodegas (5.ª parte)

Último día por los viñedos de Chile, en donde continuamos disfrutando de grandes vinos e ir más allá de identificar las cepas, apreciar el terroir del cual provienen las uvas y sus diferentes características. Pero hay un punto a tener en cuenta siempre: la utilización desmedida de la madera, que puede alterar mucho las características del vino, sobre todo cuando uno se inicia en este mundo.

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Nos quedaban dos viñas más por visitar, ambas excelentes. La primera es reconocida a nivel global, inclusive tiene filiales en Argentina y los EE. UU. (esta última a la venta), hablamos de Viña Montes, del famoso enólogo Aurelio Montes, que desde más de 20 años está posicionado entre las mejores bodegas de Chile con productos de alta calidad.

Viña Montes

Llegamos a la viña y un viento fresco soplaba afuera, haciendo flamear la inmensa bandera en la entrada. Enseguida fuimos recibidos y, directamente, nos llevaron a lo que podríamos llamar la azotea de la bodega, el lugar en donde estaban recibiendo uvas Cabernet Sauvignon en ese mismo momento, bajo un minucioso control de doble selección manual para que las uvas que fueran a pasar al tanque fueran realmente de una calidad superior o deseada por el enólogo. Acompañamos todo el proceso de elaboración del vino, en el que, siguiendo los parámetros de calidad, todo se hace por gravedad, hasta llegar a la sala de barricas, en lo más bajo de la bodega, donde duermen las barricas de roble escuchando un hermoso canto gregoriano, según Aurelio Montes, para que “la vibra” en la bodega sea siempre igual y placentera para sus vinos.

A continuación, fuimos a la sala de catas, donde nos tenían preparados cuatro vinos que representan perfectamente a la casa. Por un lado, el tradicional Montes Alpha Carmenere y el Montes Alpha Cabernet Sauvignon, para después degustar el Montes Folly 2016, uno de sus vinos ícono, elaborado con mi uva preferida, el Syrah, con 24 meses de reposo en barrica nueva francesa y un potencial de guarda que supera los 20 años. La verdad, este vino estaba buenísimo, pero mantenerlo en reposo unos 10 años más solo dejaría el vino mucho mejor.

Luego probamos otro ícono, esta vez de la uva Carmenere, el Purple Angel 2016, uno de los mejores vinos de ese país. La verdad es que “nos mimaron”, como se dice, la visita fue corta, de unas 2:30 h aproximadamente, pero la disfrutamos muchísimo.

Viña Koyle

La siguiente parada era en esta viña, ya más cerca de Santiago, en la localidad de San Fernando, propiedad de los hermanos Alfonso y Cristóbal Undurraga, donde almorzaríamos y conoceríamos no la bodega pero sí la finca, de donde provienen las uvas para la elaboración de sus vinos. Allí pudimos recorrer el viñedo, que hoy día es totalmente orgánico y están comenzando a trabajar con el concepto de biodinámico, pero eso es aún un proceso para el futuro. Después de reconocer el terroir, con sus suelos basálticos y diferentes piedras así como arcilla, pasamos a degustar los vinos. Comenzamos con el Koyle Royale Carmenere que mucho agradó a todos con su perfume y sabor a frutos rojos maduros. El vino siguiente fue el Koyle Syrah que, con muy poca presencia de madera, era frutal y muy fácil de beber, tanto así que fue una de las primeras botellas en terminarse. El tercer vino que degustamos fue el Koyle Cabernet Sauvignon, intenso, gracias al suelo mineral, tanto así que el uso de la barrica no es necesario para que los vinos tengan mucho carácter. Terminamos la degustación con el vino Koyle Cerro Basalto 2013, un blend de Monastrell, Garnacha, Syrah y Cariñena, el cual quedó reposando en huevo de concreto por varios meses (cada uva por separado) y el blend final, 18 meses en barrica de roble. Todo un descubrimiento para el grupo y la verdad es que el vino nos encantó.

El almuerzo fue simple, pero uno de los mejores, y escogíamos el vino a voluntad entre los degustados. Ya entraba la tarde y debíamos despedirnos de Koyle, el aeropuerto de Santiago quedaba a dos horas y debíamos llegar a tiempo. Mendoza nos esperaba y allí íbamos.

Apreciados lectores, ¡salud! y hasta el próximo sábado.

oligayet@hotmail.com

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