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El crimen, perpetrado en la mañana del 23 de junio del 2014 en la oficina de la Capaclor, ubicado en Pitiantuta casi Mariscal López, fue presentado como el trágico desenlace de un asalto, según la versión inicial proporcionada por Maidana a las autoridades.
Según la versión de la exsecretaria, a las 10:00 un extraño accionó el timbre del edificio de Capaclor y tras anunciarse como funcionario de la ANDE que traía una factura, al abrir la puerta ingresó a la fuerza al local, con otra persona. Maidana dijo haber sido encerrada en el baño, mientras los asesinos atacaban a su jefa, con el trágico resultado ya conocido.
Crimen por encargo
Sin embargo, las contradicciones en que incurrió la mujer al explicar lo ocurrido y las referencias realizadas por la víctima a algunas amigas acerca de un faltante que detectó, dieron un giro a la investigación.
Reforzaron esta hipótesis declaraciones de allegadas a la víctima, que relataron que días antes de su muerte la empresaria reveló algunas situaciones llamativas y que comprometían directamente a la funcionaria hoy acusada.
Entre estas declaraciones está la de un testigo que manifestó que Sonia Doutreleau le comentó que “un día ella pidió a su secretaria un vaso de agua sin gas, y que cuando la tomó sintió un gusto metálico y luego escupió. Su secretaria le sirvió un café y se sintió mal. Luego le dijo a su secretaria que no tirara el agua ni el café, y le pidió a su hija que fuera a buscarla; ya en su casa, fue asistida por la ambulancia de su seguro médico, y que después ella se quedó débil y dormía cada rato por dos días”.
Otros testigos relataron el sospechoso seguimiento a la empresaria por parte de un motociclista, observado en distintas ocasiones, así como los reclamos de Sonia a Maidana, para que la secretaria cambiara la cerradura de la puerta, sin éxito.
“No confío más en Celia”, llegó a decir la empresaria a uno de sus allegados.
Para la Fiscalía, no hay dudas de que se trató de un asesinato por encargo, orquestado por Maidana, para evitar que saliera a luz un faltante de dinero, detectado por Doutreleau.
En este escenario, César Daniel Maidana Bazán, miembro de la barra brava del club Cerro Porteño, aparece como sospechoso de haber actuado de nexo entre su tía Celia Maidana y el sicario que materializó el crimen de Sonia Doutreleau, Gustavo Gabriel Insfrán Álvarez.
La investigación fiscal determinó que tanto Celia como su pareja Gustavo Noguera estuvieron presentes en el lugar del crimen y que María Gabriela Villalba conocía detalles de lo ocurrido.
La resolución establece que Gustavo Insfrán afrontará juicio por homicidio doloso y robo agravado en grado de autor, mientras que Celia María Maidana Torres, César Daniel Maidana Bazán, Gustavo Vidal Noguera Martínez y María Gabriela Villalba responderán por homicidio doloso.
Suspensión condicional del procedimiento
En la audiencia realizada el jueves último, el juez Tadeo Fernández otorgó la suspensión condicional del procedimiento para otros tres acusados por el caso, pero por el hecho de reducción. Se trata de Juan Mijael Ortiz, Walter Gabriel Arce González y Pablo Roberto Gaona Duarte, quienes deberán hacer una donación de G. 150.000 al Centro de Inclusión Educativa Máximo Arellano.
El crimen de Sonia Beatriz Doutreleau Paniagua, de 45 años, hija del empresario domisanitario Raúl Doutreleau y madre de una joven de 22 años, generó una profunda conmoción en el sector empresarial y despertó una airada reacción de la ciudadanía.
rferre@abc.com.py