Ramírez Medina tenía una orden de captura pendiente por el decomiso de 540 kilos de marihuana, ocurrido el 17 de febrero pasado en Cruce Los Pioneros, Chaco, donde fue detenido su secretario, Abel Antonio Bobadilla Cañete (27), quien transportaba la droga en un furgón.
Tras su detención, Lorenzo supuestamente ofreció US$ 30.000 a los agentes intervinientes para que lo dejaran en libertad, según los propios uniformados.
Destacamento militar de Tuscal
El jefe narco también era rastreado desde hace varios años por la Policía, aunque por un asalto al Puesto Militar Adelantado de Tuscal, Bolivia, ubicado en la frontera con Paraguay y Argentina.
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Una investigación llevada a cabo en Paraguay por el oficial inspector de Policía Blas Ortiz permitió individualizar a Lorenzo Ramírez como el ideólogo del ataque al destacamento boliviano, perpetrado el 1 de diciembre de 2008.
Según un informe elevado el 31 de enero de 2010 al entonces fiscal de Concepción, Óscar Javier Talavera, el oficial Ortiz explica cómo se planificó y ejecutó el golpe, de acuerdo con la confesión de Rosalino Ortiz Miranda (32), uno de los autores materiales del ataque.
Lorenzo Ramírez supuestamente comenzó a analizar la posibilidad de atacar el destacamento boliviano, luego de varios viajes que hizo por la zona con cargas de marihuana paraguaya, que intercambiaba por cocaína.
Una vez engendrado el plan, Lorenzo contactó con el traficante concepcionero Néstor Diosnel González Ramírez (33), y luego con Óscar Ramírez (43), alias Yaguareté, domiciliado en el barrio Industrial de Salto del Guairá.
Como necesitaban más gente, Lorenzo convenció a Rosalino Ortiz Miranda (32), un conocido malviviente de Horqueta.
Los cuatro se trasladaron luego hasta la zona de Cruce Don Silvio, Chaco, donde viven los hermanos Edison Ramón Zárate Alegre (36) y Lucio Marcial Zárate Alegre (26), ambos oriundos de Belén, departamento de Concepción, siempre según el informe de la investigación.
Primer intento: dormir a los soldados
El grupo hizo un primer intento para robar los fusiles, el 28 de noviembre de 2008, pero fallaron.
Al respecto, el informe elevado a la Fiscalía dice textualmente: “Ya en la frontera y a pocos kilómetros del objetivo, en fecha 28/11/2008, el Sr. Óscar Ramírez y Néstor Diosnel González Ramírez, a bordo de una motocicleta de color rojo ingresaron hasta el destacamento a conversar con los personales militares, con la intención de hacerles dormir con una droga, para realizar el robo de los fusiles, y no logrando su objetivo regresaron hasta el territorio paraguayo”.
El ataque, cuatro días después
Cuatro días después del intento fallido, el 1 de diciembre de 2008, finalmente se llevó a cabo el ataque, según consta en el documento.
“En la segunda oportunidad, en fecha 01/12/2008, Néstor Diosnel González, acompañado por mi indagado, Rosalino Ortiz, llegaron a consumar el hecho con asalto a mano armada. Luego de consumado el hecho y con las armas de guerra, abandonaron el país en una motocicleta de color rojo por el sector conocido como Carossi, en territorio boliviano, para luego cruzar la frontera con Paraguay”.
Una vez en territorio paraguayo, los seis criminales se reunieron en la casa de los hermanos Zárate Alegre, en Cruce Don Silvio, hasta donde lograron llegar supuestamente gracias a la cobertura de agentes especiales de la Senad, que están plenamente identificados.
Fusiles fueron comprados por el EPP
Siempre según la investigación del oficial Blas Ortiz, tras el ataque a los militares bolivianos, los hermanos Zárate Alegre llevaron los fusiles hasta la casa de su madre, en Belén, departamento de Concepción.
La pesquisa determinó también que posteriormente, Edison Zárate vendió dos de los fusiles FAL a una facción criminal de Amambay, por US$ 22.000, y que Óscar Ramírez, alias Yaguareté, negoció otra de las armas.
El intermediario, un narco de Horqueta
Los otros tres fusiles FAL, calibre 7.62, robados del destacamento de Tuscal, Bolivia, supuestamente fueron entregados luego a un conocido narco de Horqueta, Wilson Arévalos, alias Beira Mar, según el informe del policía.
“Pongo a conocimiento de esa representación fiscal que el señor Edison Zárate llegó a negociar dos de esas armas a personas desconocidas de la ciudad de Pedro Juan Caballero, presumiblemente por la suma de 22.000 dólares americanos. Posteriormente, Rosalino Ortiz manifestó que ya no tuvo conocimiento de las restantes armas de fuego.
También agrego que, a través de una tercera persona (informante), tuve conocimiento de que el resto de las armas fueron adquiridas aparentemente por un señor de nombre Wilson Arévalos, alias Beira Mar, domiciliado en la ciudad de Horqueta. Este último, al tener en su poder las armas, entregó de nuevo a Rosalino Ortiz, quien debería negociarlas en la zona de Ybyraty Calle 9”, refiere el informe de inteligencia.
Nexos con secuestradores
El documento acercado a la fiscalía especifica los nexos con los miembros del grupo de secuestradores EPP y dice que las armas “presumiblemente fueron vendidas a Alejandro Ramos Morel, ya que se presume que los Ramírez mencionados más arriba son primos de Lourdes Ramírez de Ramos, esposa de Alejandro Ramos, quienes utilizaron a Wilson Arévalos para que las armas llegaran en poder de Rosalino Ortiz”.
Después añade que “esto conlleva a que los integrantes del grupo de asaltantes del destacamento militar boliviano tenían temor o desconfianza hacia Rosalino Ortiz, presumiendo que a través de Wilson Arévalos el señor Rosalino Ortiz tendría más temor, tratándose de un sujeto respetado en la zona del mundo delincuencial. Esto ocurrió entre las fechas 27/09/2009 y los primeros días del mes de octubre de 2009”.
Fue así que, finalmente, tras el asalto al Puesto Militar Adelantado de Tuscal, Bolivia, el traslado de los seis fusiles robados hacia territorio paraguayo, y la comercialización de todas las armas, la organización se separó.
Cada uno de sus miembros empezaron a trabajar otra vez de manera “independiente”, hasta que la investigación policial sobre el sonado caso adquirió otra vez relevancia con la detención de Lorenzo Ramón Ramírez Medina.
Eventual extradición
Según las fuentes policiales, la justicia boliviana inició los trámites para pedir la extradición del supuesto capomafioso paraguayo Lorenzo Ramón Ramírez Medina (39), sindicado como el cerebro del asalto a una unidad militar fronteriza.
El Ministerio Público de Villamontes, Bolivia, inició las diligencias y pedirá al oficial Blas Ortiz una ampliación detallada de su investigación, en la que aparecen incriminados Lorenzo Ramírez y los otros supuestos miembros de su grupo.
La Fiscalía de Asuntos Internacionales, a cargo de Juan Emilio Oviedo, también ya está al tanto de la situación y podría tomar contacto con sus pares bolivianos.
Ante esta situación, los propios medios de prensa bolivianos, que se hicieron eco de la captura de Ramírez Medina, reportaron que la justicia de su país solicitaría asimismo la captura de todos los mencionados en el informe del oficial Blas Ortiz.
En los próximos días, los documentos llegarían a Paraguay, para que la Policía inicie la “cacería” de este grupo de criminales.
