Caso audios: Chicanas y más chicanas traban todo el proceso

Este artículo tiene 7 años de antigüedad
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En diciembre de este año se cumplirá un año de la imputación por el caso audios filtrados del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados (JEM) y hasta el momento, debido a las chicanas que presentan las defensas de los cinco imputados, el caso no puede avanzar. A ninguno se le impusieron medidas ya que esa diligencia sigue pendiente.

ABC Cardinal a mediados de diciembre del año pasado daba a conocer una serie de audios filtrados del JEM que dejaban al descubierto cómo se “cocinaban” los casos judiciales por un grupo de abogados.

La fiscalía tomó intervención y se imputó al entonces senador y presidente del Jurado Óscar González Daher, quien aparecía como el líder de una organización que decidía quién iba preso o quién salía libre, la medida también afectó al exsenador Jorge Oviedo Matto, al exsecretario del JEM Raúl Fernández Lippmann y a los abogados Carmelo Caballero y Rubén Silva. Todos ellos aparecían en audios hablando de cómo iban presionando a jueces y fiscales, para lograr beneficiar a sus clientes.

El 28 de diciembre la fiscalía que tomó de oficio la investigación de los hechos presentó la imputación contra los implicados, pero las defensas de los imputados comenzaron a presentar los incidentes para trabar el proceso.

La nulidad de los audios fue lo primero que solicitaron ya que alegan que los mismos fueron tomados de forma ilegal, al no haber una orden judicial de por medio. Sin embargo, una auditoría de la Corte Suprema de Justicia ya demostró que los audios demostraron claramente en tres casos bien identificados que se cometieron los hechos que se relatan en la imputación.

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Primavera judicial

La filtración de audios trajo una gran revolución en la justicia, ya que primero se demostró lo que desde hace tiempo se decía y que era que el exsenador Óscar González Daher manejaba los hilos de la justicia a su antojo sentado en la presidencia del JEM. Eso quedó claramente demostrado cuando se oye al mismo ordenar a una jueza que libere a Walberto Zárate, exintendente de Mariano Roque Alonso, por ser, según dijo el mismo González Daher, “un hombre muy importante para él”.

También se oye cómo el exsecretario del JEM Raúl Fernández Lippmann se ufana de torcer los casos judiciales para que su amigo el abogado Carmelo Caballero pueda ganar sus casos.

El “partner”, como lo llama Fernández Lippmann a Caballero, exigía imputaciones y libertades. Toda la cloaca judicial salió a flote cuando los audios se filtraron. Todo quedó expuesto para que la gente pueda ver cómo estaba podrido el sistema judicial y quiénes lo manejaban a su antojo.

Como a medida que se iban viralizando los audios los cinco imputados iban quedando cada vez más sumergidos en la podredumbre es que sus respectivas defensas comenzaron a chicanear el proceso.

Óscar González Daher, fiel a su estilo, es el que más chicanas presentó y lo sigue haciendo, pidiendo nulidad de imputación, cambio de juez, fiscales y todo tipo de incidentes para trabar el avance de las pesquisas.

A medida que se van rechazando los incidentes dilatorios que se presentan, van presentando otros escritos con la sola intención de que no se lleve a cabo la audiencia de imposición de medidas que está pendiente desde diciembre del año pasado.

La imposición de medidas es la diligencia que prosigue inmediatamente después de la imputación y en este caso ya se está por cumplir un año de la imputación y la audiencia no se puede hacer debido a las chicanas.

Imputación

Los exsenadores Óscar González Daher y Jorge Oviedo Matto, y Raúl Fernández Lippmann están imputados por supuesto cohecho pasivo agravado y tráfico de influencias.

Mientras que los abogados que también aparecen en los audios, Carmelo Caballero y Rubén Darío Silva, están imputados por supuesta asociación criminal, soborno agravado y tráfico de influencias.

Ninguno de ellos está con medidas debido a que esa diligencia no se puede realizar por la serie de incidentes meramente dilatorios que van presentando las diferentes defensas.

Cada incidente resuelto por el juez es apelado, va a la Cámara y, tras ser confirmado, es recurrido a la Corte Suprema, de esta manera es que se va trabando el proceso que está por cumplir un año y casi no avanzó.

victor.franco@abc.com.py