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De este modo, a los Jara Larrea, Rudy Ruiz Sosa, Luciano Argüello y Marcos Ramón Ojeda Jiménez se les unieron por ejemplo Mariano López Velázquez, Hugo Daniel Martínez Lugo, Eduardo Florenciano Vega y el menor Andrés Fernández López.
Justamente, “Marquitos” Ojeda y los últimos tres citados resultaron abatidos hace poco más de una semana en los sucesivos ataques de la FTC al nuevo campamento del grupo, en el asentamiento Núcleo 3 de Arroyito, donde se confirmó la nueva denominación de la banda, ACA, mediante las siglas que tenían adheridas a sus ropas de camuflaje. En el lugar también se hallaron vestigios de los últimos atentados que materializaron ya bajo la nueva denominación de ACA, como el caso del secuestro exprés de un ganadero en la zona justamente de la colonia Sapucái de Yby Yaú, a finales del mes de junio.
Los G. 120 millones en efectivo encontrados en la guarida asaltada, por ejemplo, formarían parte de los G. 1.000 millones cobrados por la ACA por la liberación del hacendado.
Según los datos, las armas automáticas que tenían los criminales, exhibidas en fotos y videos del grupo, fueron compradas precisamente con parte de ese botín.
Asimismo, las demás escopetas fueron robadas supuestamente de los custodios del ganadero secuestrado en Yby Yaú y de la estancia “Lagunita” de Tacuatí, donde murieron un policía y cuatro guardias civiles, en agosto de 2013.
Al parecer, el “sueño” de los hermanos Jara Larrea de que su nuevo grupo ACA sea más fuerte que el “primer anillo” del EPP fue interrumpido abruptamente por las fuerzas de seguridad, que de una vez prácticamente desmembraron la gavilla.