Dicho documento fue fundamental para la apertura del proceso por torturas contra el comisario Alfredo Cáceres y el oficial Jorge López, ocurrido en mayo del 2000.
El fiscal Fabián Centurión admitió dicha situación en plena audiencia preliminar, además de mencionar que no denunció el hecho. Sin embargo el fiscal inicial de la causa, Amílcar Ayala tomó la precaución de fotocopiarlo y autenticarlo con un escribano.
El documento estuvo guardado desde hace 18 años en las oficinas del notario que realizó el trámite, por lo que decidió entregar dicha copia al Ministerio Público.
La defensora del excomisario Merardo Palacios, fue la que denunció al juez Gustavo Amarilla, en la audiencia preliminar, que en el expediente no estaba agregado el libro de novedades.
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