No es la primera vez que el área administrativa de la Corte Suprema de Justicia es blanco de duras críticas. Esta vez jueces y actuarios fueron los responsables de poner nuevamente en el ojo de la tormenta a dicho sector.
Esto es debido a la falta de cumplimiento a la promesa de reajuste salarial que recibieron jueces y actuarios en diciembre del año pasado.
En el caso de los actuarios, el viernes 1 de febrero pasado iniciaron su protesta vestidos de negro, en señal de luto por el actuar de los ministros, a quienes emplazaron hasta el próximo 11 de febrero a que argumenten el motivo por el cual no pueden cumplir con el aumento de la bonificación de G. 800.000 a 1.500.000.
De no obtener una respuesta, anuncian una movilización a nivel país. “Queremos saber la respuesta del presidente (de la Corte), teniendo en cuenta que nosotros también estuvimos incluidos en el presupuesto en donde se ha aprobado ese pequeño aumento a los actuarios judiciales”, refirió la presidenta de la Asociación Paraguaya de Actuarios, Arizelis Judit Memmel. Por otro lado, detalló que a nivel país hay unos 800 actuarios judiciales. El salario de los actuarios judiciales es de G. 6.500.000 y cuentan con una bonificación por responsabilidad de G. 800.000.
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En asamblea permanente
Por su parte, los jueces tampoco se quedaron atrás y se organizaron bajo el nombre de Coordinadora Judicial por el reajuste salarial. Durante el mes de enero se reunieron en varias ocasiones solicitando también explicación sobre lo prometido el año pasado.
Inclusive habían anunciado una movilización, que finalmente quedó suspendida debido a la promesa de dos ministros de la Corte de trabajar en conseguir el reajuste. Los magistrados refirieron en dicha reunión que desde hace siete años no existe un aumento para ellos, se los viene postergando desde hace tiempo.
Esperaban la suba salarial al culminar el año 2018 puesto que fueron informados que ya estaba presupuestada por el Congreso Nacional. Sin embargo, en enero de 2019 todavía no han percibido ninguna diferencia.
Un camarista debería haber tenido un incremento de G. 1.800.000; mientras que un juez de primera instancia, G. 1 millón. Desde la Corte informaron que no existe dinero para dicho incremento, por lo que los jueces luego de reunirse con los técnicos indicaron que se podría lograr el siguiente reajuste, la suma de G. 1.550.000 para los miembros el Tribunal de Apelación y para los de primera instancia G. 1.150.000. Esto se lograría con una mejor redistribución del presupuesto.
Lograr una mejor distribución
Los ministros de la Corte Manuel Ramírez Candia y Eugenio Jiménez Rolón explicaron a los magistrados que recién este año podrán trabajar en un mejor presupuesto, cuando tengan acceso a lo que será el plan de gastos para el 2020. Ambos se comprometieron a que los magistrados serán escuchados y podrán trabajar de manera conjunta con los técnicos que contratarán y, así, lograr un presupuesto más participativo y mejor distribuido.
Solicitarán a sus pares transparentar las finanzas, debido a la denuncia de los magistrados de la existencia de personas que gozan de muchos privilegios. Por citar algunos de estos, la utilización y compra de vehículos lujosos, cupos de combustible, compra de celulares con planes.
“No se dejen contaminar”
El juez Tadeo Zarratea celebró la presencia de ministros con nuevas mentalidades. “Lo que hasta hoy vivimos es la cultura stroniana pura, el secreto de Estado. Este Poder Judicial, señores ministros, se ha manejado como si fuera un ejército, donde los soldaditos no saben nada y los generales manejan todo el presupuesto. Y esto no puede ser, porque ustedes saben que somos personas muy calificadas para ocupar el cargo, y tenemos capacidad suficiente para entender de cómo se maneja el presupuesto y cómo cogobernar este Poder Judicial en democracia. Les ruego a ustedes que no se dejen contaminar por la vieja Corte. Los jueces le aseguramos apoyo pleno a esta nueva corriente, este nuevo tiempo”, expresó.
Piden unidad en la lucha salarial
El juez Guillermo Trovatto alertó a sus colegas: “Tanto el Ministerio Público como la Defensa Pública van superando nuestro salarios. ¿Cómo se consiguió eso? A través de la lucha de sus cabezas en el Congreso. Yo me pregunto cuál va a ser el anhelo de un fiscal de ser juez, o de un defensor, ser juez. Eso sí es grave, pero grave como magistratura. La Defensa Pública se independizó de nosotros. Asimismo, la Fiscalía. Hoy día, son instituciones brutales, con salarios gigantescos, con monumento de premio a fin de año. Pero nosotros seguimos así, y en eso tenemos que hacer todos mea culpa: estamos encerrados en nuestros despachos, revolviendo miles de expedientes, y descuidamos lo que llevamos a nuestra mesa”.
perla.silguero@abc.com.py