Fue matado en un asalto

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La mañana del 3 de junio de 2010 el productor agrícola Pablo Antonio González Torres (75) fue encontrado sin vida dentro del pozo de su granja, en Minga Guazú, Alto Paraná. Fue asesinado después de resistirse a un asalto.

El agricultor, que contaba con 75 años fue asesinado por delincuentes que le robaron dinero, armas y electrodomésticos, en su granja de Minga Guazú. El infortunado aparentemente fue golpeado por los maleantes y luego lanzado en un pozo de 15 metros de profundidad ubicada en el patio de su casa, donde murió asfixiado.

El hecho fue descubierto en la mañana del 3 de junio de 2010 por Herminia Silva, su empleada doméstica, quien acudió a la casa como lo hace habitualmente y encontró solo rastros de sangre y el sombrero de la víctima tirado en el suelo.

La empleada comunicó el caso a la subcomisaría 14ª de Minga Guazú y los agentes iniciaron la búsqueda de Pablo Antonio González Torres hasta que finalmente localizaron el cuerpo sumergido en el agua del pozo de la vivienda. La pierna de la víctima se mantenía fuera del agua, lo que facilitó su ubicación.

Tras el hallazgo, fueron convocados bomberos voluntarios, quienes rescataron el cadáver del pozo, El diagnóstico señaló que el agricultor falleció asfixiado.

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Conjeturas del crimen

Los investigadores policiales y del Ministerio Público sospecharon que el crimen de González Torres se produjo entre la noche del 1 de junio y la madrugada del 3 del mismo mes.

González Torres vivía solo en su casa, ubicada a unos cinco mil metros de la Ruta 7 “Dr. José Gaspar Rodríguez de Francia”, hacia el lado Acaray de Minga Guazú. En su propiedad tenía 20 hectáreas de tierra con cinco piletas con peces y una docena de animales vacunos.

De acuerdo a los datos manejados por los investigadores, el productor agropecuario habría luchado con los asaltantes, quienes lo golpearon y tras quedar inconsciente lo tiraron vivo al pozo, donde se ahogó.

La víctima fue despojada además de dos escopetas caseras, un revólver, un televisor, una motobomba de agua, una radio y casi 2.000.000 de guaraníes en efectivo, que cobró dos días antes del hallazgo de su cadáver por el alquiler de una propiedad que tenía como patrimonio financiero.

La investigación al principio estuvo a cargo de la fiscala Natalia Montanía y agentes de Investigaciones de Alto Paraná, pero no tuvo avances significativos.

cazenave@abc.com.py