Jefes del EPP, en aprietos

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Los secuestradores Alcides Osmar Oviedo Brítez (49 años), Carmen María Villalba Ayala (48) y Aldo Damián Meza Martínez (38), quienes tendrían que salir en libertad en 2022, cuando completen sus sentencias de 18 años, podrían permanecer al menos 20 años más en prisión por un “error” involuntario de sus abogadas.

Alcides Oviedo, su esposa Carmen Villalba y el lugarteniente de ambos, Aldo Meza, son considerados los fundadores de lo que hoy se conoce como Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), una banda terrorista que en dos décadas de vigencia acumula 131 golpes, entre ellos una docena de secuestros y 66 asesinatos.

Los tres citados fueron capturados el 2 de julio de 2004 en una espectacular persecución sobre la ruta que une San Lorenzo con Ñemby.

Carmen había escapado una semana antes del Buen Pastor. Los otros dos también eran buscados desde 2001 por el secuestro de María Edith Bordón de Debernardi.

Aquella noche de viernes, el matrimonio circulaba en un coche Chevrolet Monza azul, con chapa ABE 290. Su guardaespaldas los escoltaba en una camioneta Chevrolet Blazer, con matrícula AHC 776.

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La gavilla fue alteada por la patrullera 70 de la comisaría 7ª de Ñemby, en la que iban el comisario Merardo Palacios Melgarejo y sus subalternos Francisco Solano López y Alberto Leonardo Barboza Blanco.

Estos usaron un megáfono para ordenarles que se detuvieran, pero los sospechosos desobedecieron y aceleraron. Rápidamente, se unieron a la persecución agentes del departamento de Control de Automotores.

En su intento por escapar, Alcides y Carmen quedaron atrapados en un callejón sin salida. La mujer entonces arrojó una granada, pero la explosión no causó daño a los agentes.

La mujer reforzó su ataque con una ametralladora calibre 45. Sin embargo, su arma se trabó y pudo ser reducida.

Su esposo, en tanto, salió del coche disparando, atropelló a tiros una casa ajena y se escondió en un yuyal, donde después fue localizado herido en un pie. Tras ser esposado, ofreció 200 mil dólares para que lo liberaran.

Aldo Meza, por su parte, logró perderse unas horas, hasta que también lo ubicaron y lo apresaron.

Al año siguiente, en 2005, el trío de delincuentes fue condenado a 15 años de cárcel, más tres años de medida de seguridad por el caso Debernardi.

Los dos varones están en la Agrupación Especializada. La mujer cumple su pena en el Buen Pastor.

Desempolvaron el expediente

Pese a estar cumpliendo una condena por el secuestro de la ahora viuda de Debernardi, Alcides Oviedo, Carmen Villalba y Aldo Meza nunca fueron castigados por el intento de asesinato contra los policías que los capturaron en 2004. De hecho, esa acción iba a quedar impune de no ser por las propias abogadas de los criminales, Mirian Villalba y Daisy Irala, según informó la Fiscalía.

Resulta que dicha causa estuvo dormida y olvidada en la Fiscalía de Ñemby por casi una década y media, hasta que el 10 de setiembre del año pasado, cuando la abogada Villalba se presentó ante la fiscala Claudia Aguilera y pidió una copia del expediente, para asegurarse de que no existiera otra medida restrictiva por alguna otra causa contra sus clientes y, de ese modo, preparar los documentos para exigir la libertad de ellos ante el inminente compurgamiento de sus penas.

Sorprendida, la fiscala Aguilera buscó la carpeta y, literalmente, la desempolvó. Al leer el expediente, informó de la situación al entonces fiscal adjunto de Central, Patricio Gaona, quien por su parte avisó a la Fiscalía General del Estado.

Por orden de la misma Sandra Quiñónez, la investigación se reactivó y fue derivada al fiscal delegado de la unidad Antisecuestro, Federico Delfino, quien el 8 de noviembre de 2018 imputó a los tres por tentativa de homicidio doloso. Al día siguiente, el juez Hugo Camé decretó la prisión de Oviedo, Villalba y Meza por esta causa de 2004.

El miércoles último, el fiscal Delfino presentó acusación y pidió que la causa sea elevada a juicio oral. El juez Camé tiene que convocar ahora a una audiencia preliminar para dar a conocer su decisión. Si llegan de nuevo a juicio, los tres terroristas se exponen a otra pena de por lo menos 20 años.

La causa del 2004, por tentativa de homicidio contra los policías, justo prescribía en julio de este año, es decir, en dos meses. Afortunadamente para la Fiscalía, las propias abogadas de los imputados, tal vez sin quererlo, lograron que la investigación se reactivara.