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Los agentes de la Brigada Central, suboficial inspector Cristian Basilio Llanes Servín, suboficial mayor Marcial Florez Gauto, suboficial primero Mario Luis Fariña Echeverría, oficial inspector Néstor Gerardo Vázquez Guerrero y suboficial segundo Jorge Manuel Cañiza, quebrantaron el manual de procedimiento policial al disparar contra un rodado en una persecución, a pesar de que no fueron atacados. Pues, según el reglamento solo pueden disparar si la vida corre peligro. Así, dos niñas resultaron heridas, el lunes pasado en la compañía Caacupemí de Areguá.
Reglamento
Los aspirantes a Policía son sometidos a un test psicotécnico, en el que se analizan su carácter, temperamento y aptitudes. Según los resultados, son aptos o no.
Además, existe un “Manual de uso de la fuerza de la Policía Nacional”. Este establece que está prohibido: “desenfundar, exhibir o manipular un arma de fuego a menos que su uso potencial en la situación sea apropiado, o si las circunstancias claramente requieren el uso del arma para controlar una situación peligrosa”.
“El uso del arma de fuego solo se puede dar en casos de extrema necesidad. Cuando se agoten todos los recursos para cumplir con el cometido”, explicó la comisario principal María Elena Andrada, jefa de Relaciones Públicas de la Policía.
“El agente solo puede disparar, cuando la contraparte efectúa disparos. En cualquier otro caso está prohibido”, añadió Andrada.
Si bien puede usar el arma para intimidación, esta debe tener el seguro puesto. Solo en casos de allanamiento en aguantaderos, el arma no lleva seguro, para la reacción efectiva del agente. Pero los agentes actuaron contra el reglamento, que además, les obliga a informar a un superior de la tarea que ejecuten, lo que oficialmente se desconoce si hicieron.
ariel.espinoza@abc.com.py