Acupunturiatría

En el Paraguay se ha creado recientemente la Sociedad Médica Paraguaya de Acupunturiatría (Sompa), entidad que busca regular la acupuntura médica en nuestro país; es miembro de Filasma (Federación Ibero-Latinoamericana de Sociedades Médicas de Acupuntura) y tiene como presidente al médico acupunturiatria doctor Mario Osorio –miembro titular de la Asociación Médica Brasileña, miembro titular del Colegio Médico de Acupuntura del Brasil, con posgraduación en el Hospital das Clinicas / USP–, quien explica que la acupunturiatría es la especialidad médica formadora de médicos acupunturiatras, quienes a través de esta especialización pueden tratar pacientes con diversos tipos de dolores. 

Este tratamiento está indicado para dolores articulares y musculares, hernias de disco, secuelas de ACV, lumbalgias, temblores, ansiedad, depresión, migrañas, problemas hormonales, entre muchas otras dolencias. 

Explica la diferencia de términos entre acupunturista y acupunturiatra, afirmando que el primero es el empírico y el segundo el especialista médico. Un acupunturiatra puede pedir estudios complementarios al paciente, como radiografías, resonancias, endoscopias, entre otros, así como también puede recetar medicamentos o sugerir que se añadan a la terapia sesiones de fisioterapia, etcétera, para ayudar en el tratamiento. 

La acupuntura no es excluyente, dice el especialista, y agrega que no tiene contraindicaciones y puede realizarse tanto en bebés como en adultos mayores; no es tóxica, ni tiene peligro de reacciones alérgicas.

“La acupuntura evolucionó desde el empirismo hasta la especialidad médica. Lastimosamente aún no es algo que en nuestro país se pueda estudiar en la universidad, es más, aún tiene un manto de misticismo, se cree que la acupuntura duele, y muchos no saben que las agujas son desechables y que estas son diferentes a las agujas de inyección –que son huecas para que pase el líquido–; las de acupuntura son de punta redondeada” explica el especialista.

Comenta que para hacer acupuntura se realiza un diagnóstico etionosológico. Con Sompa se busca reglamentar y fiscalizar la práctica, para asegurar que se cumplan con las normas, además de fomentar convenios que permitan la formación de médicos paraguayos en esta especialidad.

El experto comenta que en otros países ya se volvió común la práctica de derivar pacientes, por ejemplo de un neurólogo o traumatólogo a un acupunturiatra, hábito que aquí aún no se ha extendido demasiado.

La acupuntura, además de ser útil en lo anteriormente citado, sirve de ayuda para disminuir la ingesta de medicamentos, cuidando así el hígado y/o riñones; se usa mucho en los periodos posoperatorios, para cualquier tipo de dolor, y también es importante hablar de la acupuntura estética, con la que se pueden tratar cicatrices queloides, se utiliza para bajar de peso, etcétera. 

Comenta que la mayoría de los pacientes acude al consultorio por hernias de discos y los casos más raros son los que van por prevención. 

El doctor Osorio recalca que la primera consulta es generalmente una entrevista bastante larga –una hora o más–, ya que se indaga también en la parte emocional del paciente, puesto que las emociones o bien los disturbios emocionales son las causas primarias de las enfermedades, recalca. Se habla de los hábitos del paciente, si duerme bien, entre otros datos importantes, ya que todo tiene relación, comenta. “Hoy se ve al paciente como un todo y se está dejando de lado la medicina segmentaria”, acota. 

Luego de un examen físico detallado se determina la elección de los puntos de acupuntura. La cantidad de sesiones que el paciente necesite dependerá de la enfermedad a tratar y del tiempo de evolución que esta tenga al momento de la consulta inicial. Una sesión dura aproximadamente 20 a 30 minutos y no se hace de forma diaria, sino que comienza generalmente con dos sesiones semanales para luego pasar a una a la semana.

En el campo de estudio de la acupuntura hay un avance tecnológico, prosigue el doctor Osorio, y explica que evolucionó desde las agujas de piedra, espinas de plantas o pescados, metales, hasta el punto de llegar hoy a la electroacupuntura.