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La doctora Marta Sanabria, pediatra nutrióloga, informa que la alimentación complementaria se realiza en el período en el que el bebé tiene seis meses, y empieza a probar comidas diferentes a la leche materna o las fórmulas lácteas. Es cuando el infante tiene un desarrollo adecuado para probar nuevos gustos, texturas y temperatura. En esta etapa ya suele sentarse sin apoyo, y ya no tiene reflejo de extrusión (expulsar al exterior con la lengua).
“El Instituto Nacional de Alimentación y Nutrición (INAN) actualizó las guías alimentarias para el menor de dos años de edad, y especifica que se introducen todos los grupos de alimentos: cereales, legumbres, frutas, verduras, huevos y carnes”, resalta.
Menciona además la profesional que “la sillita del pequeño estará a la altura de la mesa, donde comerá en familia, evitando jugos azucarados y en cambio ofrecerle agua mineral”.
¿La dieta vegana?
Existe un acrecentado desacuerdo entre padres en relación a si la alimentación vegana o vegetariana es recomendable para bebés y niños, así como el suministro de azúcar light. Al respecto el profesor doctor Ricardo Iramain, pediatra, afirma que “durante la vida de lactante no habría problema que se administre azúcar light y poca carne al bebé, pero sí es muy peligroso someterle a cualquier niño a una dieta vegana, vegetariana o de cualquier otro tipo especial, ya que los niños tienen necesidades diferentes a las de los adultos. Por ejemplo, alrededor del 45% del hueso adulto se acumula antes de los ocho años de edad, otro 45% se agrega entre los ocho y los 16 años de edad y el 10% restante se acumula en la siguiente década, y todo esto no se logra con la dieta vegana. Recuerde que hay carencias alarmantes de vitamina B12 y niveles bajísimos de hemoglobina”.
Experimentar con las manos
La doctora Sanabria dice que “es importante permitir que el niño experimente con las manos y los alimentos (estos deben ser blandos y no pequeños). La alimentación perceptiva enfoca lo esencial, que alimentar al niño sea una aventura exploratoria grata para los padres y el bebé”.
Resalta que “dar solo papillas más allá de los ocho meses podría desarrollar problemas para masticar y, por otro lado, al iniciar la alimentación y dejar que el niño coma solo podría no cubrir todas sus necesidades nutricionales”.
Se puede optar por dar al bebé para que tome con las manos una verdura cocida y que experimente el sabor. Esperar que mastique todo y también alimentarle activamente, por ejemplo, con una cucharada de polenta con carne molida y verduras”.
Variada, suficiente y equilibrada
El doctor Iramain indica que la buena alimentación para los niños debe ser variada, suficiente y equilibrada.
-La alimentación adecuada posee una base de vitaminas, carbohidratados, este último en forma limitada para evitar el sobrepeso. Así también una adecuada ingesta de proteínas porque son esenciales para la formación de los músculos, por ejemplo, 100 gramos de carne aporta 30 gramos de proteínas. Pocas grasas y buena cantidad de hierro para prevenir la anemia.
-El objetivo de una buena alimentación es que el bebé coma bien para que su crecimiento sea completo y adecuado. El beneficio será llegar a la talla y al peso correspondientes a su edad de una manera saludable.
-El lactante puede iniciar su alimentación en forma progresiva. Se inicia con alimentos semisólidos, como por ejemplo, puré de papas, de frutas, etc.
-La doctora Sanabria dice que se ofrecerán purés nutritivos y de sabor neutro (ni dulce ni salado) o levemente salados (con pizca de sal yodada) para facilitar la aceptación, postergando un par de días el inicio de frutas, ya que estas son dulces y su aceptación no representa ningún problema.
-Se puede comenzar con carne de vaca o de pollo , una vez al día, junto con puré de papa, zapallo o calabaza, arroz hervido, polenta o fideos con verduras. A esta preparación se agrega una cucharadita de aceite vegetal crudo y una pizca de sal yodada.