No podés tocar la autoestima, pero afecta cómo te sentís; no podés verla, pero tal vez aparezca cuando te mirás al espejo. No podés oírla, pero está allí cuando hablás o pensás sobre vos mismo.
El magíster Ariel González Galeano, psicólogo clínico, indica que muchas son las implicancias de la autoestima en la mujer. Generalmente, las mujeres con buena autoestima tienden no solo a sentirse bien consigo mismas sino también a exigir respeto y respetar a los demás.
“De hecho, aquellas mujeres que no desarrollan una adecuada autoestima o que debido al contexto social aprenden a no quererse y cuidarse, podrían estar en condiciones de mayor vulnerabilidad para sufrir cualquier tipo de violencia”, resalta.
El profesional informa que incluso las mujeres con poca autoestima hasta podrían creer que el hecho de que alguien las violente, es “como tiene que ser”.
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“Los movimientos sociales y en particular el feminismo, justamente promocionan la igualdad de las personas, es decir, que no por ser mujer esa persona tiene que ser más que los demás, al contrario, el pedido es que la fémina tenga las mismas condiciones y respeto que se le da al hombre”, acota.
González refiere que evidentemente, que la mujer posea una adecuada autoestima ya no es un tema solo de individualidades sino también de sociedades enteras. En Paraguay, por ejemplo, hablar de la autoestima en la mujer se hace necesario no sólo por el machismo imperante sino por los alarmantes niveles de violencia a los que las mujeres están expuestas.
“Por otro lado, una mujer con autoestima podrá sentirse bien consigo misma como para tomar decisiones propias y sentirse bien con tal determinación, como por ejemplo: estudiar, trabajar, casarse o no, tener hijos o no, tener relaciones sexuales o no”.
El psicólogo afirma que una mujer con autoestima podrá permitirse sentir placer cuando ella quiera, como ella quiera y con quien ella quiera. Ya no será una cuestión impuesta por alguien más sino será una propuesta con la que ella esté de acuerdo y la concrete si así lo desea.
“La autoestima en la mujer beneficia no sólo a ella sino a todas las mujeres. En sociedades como las nuestras en las que las féminas están más a cargo de la educación de los niños, justamente redundará en que esa mujer pida ayuda a otras mujeres y hombres para la labor que realiza, y reconozca la importancia de su papel en la sociedad y el de los demás, para terminar con flagelos como el feminicidio, la drogadicción, los suicidios y machismos, en cualquiera de sus expresiones”, apunta.