El Prof. Dr. Luis Oneto, urólogo, refiere que el síntoma más frecuente de un cálculo urinario es el dolor de inicio brusco, muy intenso, localizado en la espalda debajo de las costillas y que se puede transmitir a la zona genital. Se llama “cólico renal”.
“El dolor en la misma zona también puede ser crónico y confundir con otras causas de dolor de espalda. Otras señales son las infecciones urinarias y la presencia de sangre en la orina”, agrega.
Resalta que “los primeros pasos son proceder a calmar el dolor, controlar la infección, etc. Son muy importantes los estudios radiológicos que permiten conocer la localización, el tamaño y el grado de obstrucción que produce el cálculo. Estos datos son fundamentales para el tratamiento adecuado del paciente”.
Recuerde que “los riñones son los órganos que producen la orina y los uréteres los conductos que la llevan a la vejiga. El tratamiento varía según la localización, el tamaño y la dureza del cálculo. Si la terapia médica expulsiva fracasa debemos intervenir, para ello utilizamos la litotripsia extracorpórea o métodos invasivos que requieren anestesia, como la nefrolitotomía percutánea para los del riñón y la ureteroscopia semirrígida o flexible para los de uréter”.
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“En ambos casos se introduce un endoscopio muy pequeño hasta el lugar deseado y se fragmenta el cálculo con energía láser o neumática. También se podrá realizar la extracción por vía laparoscópica, y en casos muy específicos con cirugía convencional”, apunta.
Enfatiza que “la prevención es tan importante como el tratamiento adecuado, por ello además se aconseja realizar los estudios metabólicos que identifiquen las causas de formación de los cálculos y medicar al paciente para evitarlos”, apunta.
En tanto, el Dr. César Cabañas, urólogo, afirma que la urología es la especialidad que trata todas las enfermedades quirúrgicas del árbol genitourinario de la persona. Se deberá acudir al médico cuando los síntomas urinarios aparecen, ya sea dolor, ardor o dificultad para empezar a orinar o cuando se orina muy frecuentemente y en poca cantidad.
“En los hombres se recomienda un examen prostático a partir de los 50 años, para descartar el cáncer de próstata, de mayor mortalidad entre los cánceres del árbol genitourinario”, agrega.
La consulta oportuna dará tranquilidad al paciente, que podrá sanar con ayuda de la tecnología.
Una molesta piedra
El Dr. Silvio Franco, nefrólogo, apunta que “una piedra puede permanecer en el riñón o descender por las vías urinarias. El tamaño de las piedras varía; por ejemplo, una pequeña puede salir sola, causando poco o nada de dolor, mientras que una piedra más grande puede atascarse en las vías urinarias”.
El nefrólogo afirma que “una vez que sepa qué tipo de piedra está en el riñón, podrá realizar cambios en su alimentación. Si se corrobora que hay gran cantidad de calcio en la orina se deberá disminuir lácteos y derivados, y consumir mucha agua. Además tomar medicamentos, por ejemplo, ante un citrato bajo en orina se indicará el consumo de citrato (pastillas) para prevenir futuras piedras en los riñones”.
El doctor Franco apunta que “una piedra en el riñón es un trozo de material sólido que se forma en un riñón cuando hay niveles altos de ciertas sustancias en la orina. Estas normalmente se encuentran en la orina y no causan problemas en niveles más bajos”.
Explica el galeno que las vías urinarias son el sistema de drenaje del cuerpo para eliminar desechos y el exceso de agua.
“Cada día los dos riñones procesan gran cantidad de sangre, formando la orina compuesta de desechos y el exceso de agua”, agrega.
Cuando la vejiga se vacía, la orina sale por un tubo llamado uretra.