Karen Fretes, instructora de yoga, afirma que la disciplina es integral, en la que se practican posturas orientadas a alcanzar la armonía cuerpo-mente. Son muchos los beneficios, algunos son percibidos desde los primeros días como por ejemplo, sentirse más liviano y ágil, con más energía y vitalidad, estará más contento, sentirá serenidad y dormirá mejor.
“La respiración es fundamental en la práctica de las posiciones. Para realizarla correctamente debe considerarse que la respiración se realice por la nariz, tanto en la inhalación como en la exhalación, ya que, a nivel físico, la nariz acondiciona el aire del exterior llevándolo a la misma temperatura del cuerpo y filtra las impurezas. A nivel energético en la nariz están las terminaciones de unos canales de energía muy importantes”, agrega.
“Las posturas de yoga pueden ser realizadas por cualquier persona y deben adaptarse al cuerpo del practicante y no a la inversa. Mientras más se acerque a la postura ideal mejor, pero se deben respetar al máximo las limitaciones y condiciones físicas de cada uno. Es recomendable realizar esta actividad de manera regular, dos a tres veces por semana, para poder sentir plenamente los beneficios”, recomienda.
Sostiene Fretes que solo se necesita una mat (manta o esterilla para yoga) y voluntad para iniciar esta actividad. Se puede realizar en cualquier ambiente que sea armónico y tranquilo, donde no se tenga interrupciones de ningún tipo durante el desarrollo de la clase”.
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La instructora informa que “debido a que durante la práctica el cuerpo es más sensible a los cambios de temperatura, se aconseja evitar lugares abiertos para una clase completa, sin embargo, podemos aprovechar las salidas al aire libre para hacer algunos ejercicios de respiración o estiramiento”.
Mejorar las relaciones a través de la forma de pensar
La meditación es el pensamiento de algo con atención y detenimiento para estudiarlo o comprenderlo. Al respecto, Beatriz Goyoaga, directora de El Arte de Vivir, dice que “el poder de lo que sentimos y de lo que pensamos influye en gran manera en nuestra vida diaria, por ello la clave para mantener mejor la relación con las personas y sentirnos bien, es aceptarlas cómo son (tranquilas, aceleradas, introvertidas, antipáticas, etc.). El problema se genera cuando no las aceptamos y deseamos que cambien y se hagan a nuestro propio patrón”.
Y continúa, “nadie cambia porque yo quiera que cambie, las personas cambian cuando Dios quiere, no cuando yo quiero”, sentencia.
“Las relaciones con las demás personas influyen de una u otra manera en nuestro estado de ánimo, pues si uno no se lleva bien con los hijos, la pareja, los colegas o las personas con las que se relacionan, la vida es un infierno. El ser humano es un ser de relaciones, de hecho a nadie le gusta ir a cenar a un restaurante vacío o a una cafetería vacía, ya que prefiere ir donde haya más gente”, subraya.
Goyoaga aconseja que para conectarnos armónicamente con la gente “primero es importante tener una mente serena para aceptar a las personas como son. Y si la mente no está serena hay que trabajar sobre nosotros mismos y no esperar que los otros cambien”.
Conectarse a uno mismo
Fretes apunta que el yoga va transformando nuestra manera de relacionarnos con nosotros mismos, nos permite reconectarnos con nuestro interior y hacer amistad, lo cual implica aceptarnos, y eso es sumamente liberador.
“Desde el momento que vamos dando importancia a nuestra esencia y nos volvemos más auténticos y con mayor confianza en nosotros mismos, nuestro relacionamiento con los demás también va cambiando. Nos enfocamos desde la amistad y el respeto, y eso va generando vínculos saludables en nuestra vida, ya que aquello que proyectamos al universo, eso recibimos en mayor cuantía”, refiere.
En busca de equilibrio
Goyoaga brinda algunos consejos útiles para que las personas puedan llevar a cabo en su vida diaria.
-Mantener una dieta sana con muchos alimentos frescos, comidas recién preparadas y menos enlatados, evitemos los procesados.
-Hacer ejercicio físico, yoga o deporte.
-Al igual que llevamos adelante una rutina de higiene corporal, la higiene mental se desarrolla con la meditación y la respiración.
-Rodearse de personas alegres, positivas, simpáticas y divertidas.
-Evitar discusiones inútiles, quejas, negatividad y chismes que no aportan nada más que peso mental.