/arc-anglerfish-arc2-prod-abccolor.s3.amazonaws.com/public/T3M37H4XSVBMPN6BOWKE24OUYI.jpg)
Cargando...
El médico oncólogo o el mastólogo indicarán una serie de cuidados necesarios en la paciente diagnosticada con cáncer de mama.
La magíster Patricia Gutiérrez, fisioterapeuta, afirma que su especialidad puede actuar antes de la cirugía del cáncer de mama, con terapias analgésicas como por ejemplo el tens (electroanalgesia transcutánea) o ejercicios respiratorios que favorecerán a la recuperación posquirúrgica. No se hace otro tipo de terapia, como calor o masajes, porque pueden favorecer a expandir las células cancerígenas.
Recuerda que “el drenaje linfático es muy importante después de la cirugía, sobre todo cuando se extirpan los ganglios linfáticos ubicados en la axila. El drenaje linfático manual es una técnica especializada que se realiza de forma lenta y suave, porque los vasos linfáticos están ubicados debajo de la piel. No hace falta aplicar mucha presión; luego se aconseja utilizar algún elemento de elastocompresión, como la manga, para evitar la congestión de linfa”.
La profesional subraya que, “además del drenaje linfático, es importante movilizar el brazo y el hombro para evitar retracciones músculo-tendinosas y fibrosidades en las zonas de la cicatriz, y cuidar la postura, con ejercicios suaves, acompañando con la respiración. Otra técnica muy útil es la aplicación de vendaje neuromuscular, para favorecer el drenaje linfático en la zona”.
En cuanto a las medidas preventivas de patologías habituales posteriores a una cirugía de mama, la licenciada Romina Ramírez, fisioterapeuta y kinesióloga, subraya que “se debe realizar los ejercicios progresivamente luego de la intervención quirúrgica, para recuperar la movilidad del hombro. Se harán dos a tres veces al día, y no serán vigorosos”.
Algunos ejemplos para movilizarse son: “sujetar un palo de forma horizontal y levantarlo todo lo que se pueda; colocar ambas manos entrecruzadas en la nuca, juntar los codos delante y luego separarlos al máximo, sin soltar las manos”.
Otras formas de ejercitarse consiste en “practicar giros con las muñecas, en ambas direcciones; colocar una pequeña pelota de goma debajo de la axila y hacer pequeñas presiones con el brazo, como si quisieras agarrarla; mover los brazos como si estuvieras nadando; elevar el brazo y hacer compresiones con una pelota pequeña blanda”.
La licenciada Ramírez sugiere que la paciente cambie su estilo de vida por hábitos saludables. “Llevá una dieta equilibrada con comidas ordenadas, que priorice las verduras, frutas frescas, legumbres, cereales y frutos secos. No se aconseja exceder el peso y sí disminuir el consumo de sal”, dice.
Y continúa: “Desperezate y hacé actividades físicas; caminá, nadá; podés llevar adelante otras actividades como pilates, yoga, y las que no requieran alto impacto. ¡Tené mente positiva, mirá adelante, tenés una nueva oportunidad de vivir a pleno!
No te olvides de consultar a tu médico.