En lesiones intestinales

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Cuando un paciente sufre un cáncer de colon o recto puede tener una segunda oportunidad a través de una ostomía, al igual que aquel que tuvo una agresión o enfermedad. Es un volver a vivir y también aprender a manejar una rutina de higiene.

Conversamos sobre la ostomización con el profesor doctor Isaías Ricardo Fretes –especializado en coloproctología en Francia– y con el doctor Jorge Medina Gutiérrrez –especializado en Brasil y presidente de la Sociedad Paraguaya de Coloproctología–.

“Una ostomía es una porción del intestino grueso o delgado que se exterioriza a través de una abertura en la pared abdominal del paciente. Esta técnica quirúrgica realizada por un cirujano es empleada, en muchos casos, para resolver problemas médicos como las lesiones intestinales producidas por traumatismos abdominales por arma de fuego o blanca, accidentes automovilísticos, enfermedad diverticular del colon, anomalías congénitas del intestino, enfermedad de Chagas del colon y los cánceres de colon y recto. Estas ostomías se realizan para derivar los efluentes fisiológicos (heces u orina) fuera del cuerpo, cuando se han perdido temporalmente o en forma definitiva los caminos naturales para su evacuación”, explican ambos profesionales.

Agregan que “una ostomía temporal se realiza cuando en forma momentánea no se puede evacuar fisiológicamente a través del ano; en caso de lesiones benignas del colon, como por ejemplo, la enfermedad diverticular complicada con peritonitis o en casos de anastomosis intestinales colorrectales bajas, cuando por un tiempo es mejor desviar el tránsito intestinal para que no pasen las heces por la zona operada. Cuando un paciente tiene un cáncer de recto, generalmente termina con una ostomía definitiva”, recalcan.

En cuanto a la higiene, los expertos sostienen que “la ostomía es un órgano que no tiene esfínter muscular, por lo tanto, constantemente se vacía el contenido del intestino en una bolsa colectora que va pegada a la piel del abdomen del paciente, y si este no sabe manejar correctamente su ostomía o no cuenta con las bolsas adecuadas para su tipo de ostomía nacen las complicaciones que afectan la piel, produciendo dermatitis”.

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Qué se puede comer

El paciente debe saber qué alimentos puede consumir, dependiendo de si tiene una ileostomía u colostomía. “El portador de una ileostomía tiene más restricciones, ya que las heces exteriorizadas son más líquidas y con un pH más ácido. El médico debe orientar a cada paciente en sus nuevos hábitos de alimentación. Instruir sobre los alimentos que producen más gas o más olores para que el paciente evite ingerirlos”, comentan los médicos consultados.

Complicaciones

Los especialistas observan que “a veces se producen isquemias o necrosis del intestino abocado a la piel, por mala vascularización, o tensión excesiva. Otras veces aparecen prolapsos de la ostomía o hernias, pero la complicación más frecuente es la lesión de la piel”.