Enamorados de la tecnología

La licenciada Andrea Fernández, psicóloga, afirma que “el hecho de que los padres presten más atención a sus dispositivos móviles, que estén permanentemente conectados y que den más importancia a estos que a vincularse con sus hijos puede generar consecuencias emocionales en los descendientes”.

Refiere que “todos de alguna manera estamos padeciendo cierto nivel de adicción, en especial a los teléfonos celulares, y pocos son conscientes del daño que se produce en los niños”.

Para explicarlo de forma simple ejemplifica: “durante los primeros años de vida se desarrollan las capacidades lingüísticas, emocionales, sociales y motoras en el cerebro del ser humano. La falta de estimulación así como de contacto por parte de los referentes primarios produce un descenso en la adquisición de las habilidades básicas, también un desfasaje en el desarrollo madurativo esperado para la edad, debido a que hablan y comparten menos calidad de tiempo con los hijos”, acota.

Por su parte, la licenciada Antonella Stelatto, psicóloga, menciona que hoy tenemos la ventaja del fácil acceso a la tecnología. Los celulares, computadoras o tablets cada día son más accesibles. No hay duda que son herramientas útiles y que resultan indispensables para nuestras vidas.

Añade que incluso, “la tecnología facilita la comunicación con los hijos, permite hablar con ellos aunque se encuentren lejos, tenemos información actualizada y en el momento. Mediante la tecnología los vemos a través de cámaras, compartimos fotografías o grabamos momentos únicos e inolvidables con la familia o amigos”.

La psicóloga Stelatto subraya que la tecnología es una herramienta útil en nuestras vidas, pero tiene un costo elevado, pues resta tiempo y atención, especialmente a los hijos. Dos elementos imprescindibles para el desarrollo sano de los infantes.

En tanto, la licenciada Fernández apunta que cuando los padres son adictos al celular brindan una atención parcial a sus hijos, poco involucrada emocionalmente, les resta la posibilidad de aprender sobre sus emociones y cómo regularlas de forma adecuada. En ocasiones los chicos generan berrinches solo para llamar la atención.

“La interacción cara a cara estimula el aprendizaje, el descubrimiento y el desarrollo social en los chicos, que desde muy temprana edad observan su entorno. El modelo que se les brinda desde el saludo, el contacto visual, los gestos y las expresiones faciales les permite realizar una lectura emocional de las demás personas que lo rodean, este aprendizaje primario les ayuda desarrollar la empatía”, resalta la profesional. Es ideal organizar el tiempo, establecer prioridades, y algunas veces apagar el móvil, para hablar y jugar.

Actividades recomendadas

Los hijos necesitan tu atención, que los escuches, que les cuentes historias que aviven su imaginación. La licenciada Fernández aconseja realizar actividades de atención dirigidas a los niños, con contacto visual, es decir, cara a cara.

Aprovechar los días de sol y jugar en el patio a la pelota, o en la sala sobre una mesa el juego de los bloques.

“Realizar juegos de rol con las muñecas y muñecos, desarrollando la función de la maternidad con una atención personalizada positiva, como dar de comer al bebé, o llevar a la hija a la escuela. Estos juegos dejan ver cómo los niños interpretan el rol de sus padres”, agrega.

Por su parte la licenciada Stelatto recomienda hablar y compartir acerca de cómo fue su día. Calificar sus acciones les enseñará lo que es correcto y lo que no.

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