El doctor Ernesto Paredes, reumatólogo, habla sobre los medicamentos que se utilizan para tratar enfermedades como la artritis reumatoidea.
–¿Qué es la terapia biológica?
–La terapia biológica usa organismos vivos, sustancias procedentes de organismos vivos o versiones producidas en el laboratorio para tratar enfermedades. Algunas terapias biológicas para las enfermedades reumáticas usan “vacunas” o bacterias para estimular el sistema inmunitario del cuerpo para que actúe contra las células inflamatorias. Estas causan la artritis reumatoide, la espondilitis anquilosante, artropatías, psoriaticas, enfermedades inflamatorias intestinales y otras.
–¿Cómo se destaca la biotecnología?
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–La ciencia ha avanzado a pasos agigantados en los últimos cincuenta años, y los médicos pueden dar mejores noticias a los pacientes. Actualmente, se tienen soluciones para muchas enfermedades y patologías, y se ha logrado curar enfermedades terminales gracias a la biotecnología.
–¿Cuál es el cambio más notable?
–El tratamiento de numerosas enfermedades cambió de manera revolucionaria con la aparición de los medicamentos biológicos y biosimilares. Se los considera el presente y el futuro de la terapia de enfermedades graves como cáncer, la esclerosis múltiple o la artritis reumatoidea y psoriática. Estos tipos de terapias representan una revolución en la medicina porque permiten realizar tratamientos e incluso controlar enfermedades como la psoriasis, el cáncer, la artritis y otras que no podían serlo con los medicamentos que teníamos.
Esa efectividad en los tratamientos hace que sean medicamentos muy valiosos y muy costosos. Cuando un laboratorio investiga para el desarrollo de un nuevo medicamento biológico, se llama “medicamento innovador”, que en su primera etapa de utilización es de costo elevado por las patentes de protección al producto. Es ahí donde aparecen los llamados “biosimilares”, que deberían ser más baratos y más accesibles, pero como son obtenidos con nuevas secuencias celulares, no son exactamente idénticos al innovador. Esas pequeñas diferencias pueden tener un efecto diferente en el paciente; por eso resulta relevante la implementación de buenas políticas de farmacovigilancia para hacer el seguimiento de los posibles efectos adversos que puedan causar.
–¿Qué ocurre en nuestro país?
–En nuestro país contamos para el tratatamiento de las enfermedades reumáticas con medicamentos biológicos del tipo innovador, tales como el adalimumab, tocilizumab y el etanercept. Pero también tenemos medicamentos biosimilares, de laboratorios serios y reconocidos a nivel mundial, como el infliximab (biosimilar de un producto innovador).
La artritis reumatoidea es una enfermedad crónica inflamatoria, progresiva, que puede comprometer órganos como pulmón, corazón, etc.