Estética dental

Novedosas estrategias buscan mejorar la estética de la dentadura y del área facial tras un procedimiento no quirúrgico, mínimamente invasivo y ambulatorio. Veamos algunas propuestas desde la odontología más innovadora.

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Un tratamiento para embellecer el rostro se sirve de hilos tensores, la doctora Di Paola Moura, especializada en estética dental, con un diplomado en armonización facial, refiere que son “reabsorbibles, parecidos a los que se utilizan en cirugías del corazón. Los hilos tensores se reabsorben entre un tiempo de cuatro a seis meses aproximadamente dejando en el lugar la formación de células nuevas de colágeno que proporcionan el soporte al rostro”.

Su colocación, “es un procedimiento no invasivo, no requiere de cirugías solo de un punto de entrada para introducir los hilos, y dependiendo de la zona a tratar serían lisos o con espigas. Y así conseguir el soporte necesario. Los pacientes son ambulatorios o sea al término del procedimiento regresan a sus labores normales. Los riesgos son mínimos”, destaca la doctora Moura.

En cuanto a los resultados, la odontóloga asevera que “son óptimos, ya que ayuda a devolver la estructura caída del rostro, o flaccidez del cuello por el correr de los años. Y también ayuda mucho en la autoestima del paciente”.

Los hilos tensores se pueden combinar con procedimientos odontológicos, “de acuerdo a la necesidad de estimular encías en pequeños diastemas con ácido hialurónico”, detalla.

Todo esto es realizado por expertos “odontólogos que hemos estudiado la anatomía humana, especialmente la parte de cabeza y cuello, eso nos permite tener el conocimiento minucioso necesario para el área de estética facial”, apunta la doctora.

Fibrina rica en plaquetas 

La doctora Diana Bergmann, especialista en cirugía maxilofacial, especialista en implantología oral, estética orofacial por Miami Anatomical Research Center, informa que “la fibrina rica en plaquetas (PRF) es un concentrado plaquetario utilizado para acelerar la cicatrización de tejidos duros y blandos que nos brinda en un coágulo gran cantidad de factores de crecimiento, obtenido a partir de la propia sangre del paciente. Sucede mediante la centrifugación de sangre autógena, de fácil manipulación y preparación”.

El plasma rico en plaquetas, también llamada fibrina líquida, “contiene alta concentración de células madre que estimulan las fibras colágenas que a su vez son las encargadas de aportar sostén a los tejidos”, aporta la especialista.

Señala que “en los últimos años se ha puesto de manifiesto la utilización de dichas técnicas y materiales en cirugía oral y maxilofacial, implantología oral y periodoncia. El fin es obtener la regeneración de una parte o superficie perdida o dañada de los tejidos para restaurar su arquitectura o función, sobre todo en cicatrices postraumáticas, o posquirúrgicas, también muy utilizadas para la obtención de injertos óseos con la colocación de implantes dentales”.

Se trata de un método no invasivo, mediante la extracción de sangre del propio paciente. La doctora Bergmann subraya que “no posee contraindicaciones ni riesgo de transmisión de enfermedades”.

La extracción de sangre 

El método se realiza de esta forma: “mediante una punción en la región del antebrazo, previa desinfección de la zona, se obtiene sangre venosa o arterial que es depositada en diferentes tubos aditivados. Según la necesidad de sustancias requeridas para cada indicación del paciente, los tubos que pueden ser de dos a ocho unidades, son depositados en una máquina centrifugadora. Luego de unos minutos se realiza la división de la sangre en glóbulos rojos y plasma, de donde el profesional obtiene lo que necesita, puede ser plasma rico en plaquetas o fibrina, y coágulos de fibrina”, se explaya la profesional.

“Todos los materiales utilizados para la extracción de sangre y su proceso son estériles”, agrega.

En los maxilares 

La doctora Bergmann también declara que “en el caso de defectos óseos en los maxilares se obtienen coágulos de fibrina utilizados como injertos óseos para la colocación de implantes dentales, en regiones donde se realizaron extracciones dentarias de gran envergadura, en pérdidas de tejidos por traumas para la restitución de los mismos”.

La ausencia prolongada de piezas dentarias, sobre todo en el maxilar superior, produce una insuficiencia de hueso que se va retrayendo, según la odontóloga. Y, por lo tanto, dificulta la colocación de implantes dentales. 

“Una opción válida para la restitución ósea en los sectores faltantes es el injerto óseo con coágulos de fibrina que va estimulando mediante los factores de crecimiento la formación ósea. Se devuelve al paciente una armonía funcional y estética”, acota.

Altura ósea 

La especialista en estética amplía, “es muy utilizado en la cirugía de levantamiento del piso del seno maxilar. Es una cavidad anatómica ubicada en el maxilar superior a nivel de los dientes posteriores superiores premolares y molares, cuando necesitamos altura ósea en este sector para la colocación de implantes dentales”.

En casos de “pérdidas dentarias o de tejido por la presencia de caninos retenidos, quistes o tumores de los maxilares, luego del tratamiento de retiro de los mismos, podemos realizar injertos con coágulos de fibrina y PRP para la bioestimulación ósea”, explica.

“Poseen gran poder de cicatrización en las posextracciones de terceros molares o muelas de juicio”, puntualiza la doctora Bergmann.

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