La licenciada en psicopedagogía, María Lucrecia von Eckartsberg, nos comenta que el ritmo de vida y los estímulos cambiaron mucho de generación en generación y hoy, tanto adultos como niños, están obligados a responder casi simultáneamente a varios estímulos y esto afecta la concentración. Algunos de estos factores son las múltiples pantallas, una agenda social llena, las actividades extra curriculares que mantienen ocupados a los chicos hasta altas horas de la tarde, entre otras, cita la profesional y comenta que para una campaña exitosa en esta etapa es fundamental prestar atención al orden y la organización; recalca la importancia de la familia en cuanto al cumplimiento de rutinas diarias, tener calendarios semanales y hacer un seguimiento de las responsabilidades académicas que los colegios exigen a los chicos.
Para los adolescentes que se enfrentan a esta etapa con miedos, la licenciada Von Eckartsberg recomienda organizarse y buscar ayuda; ya que el adolescente está aún en desarrollo y necesita de alguien más que lo guíe y acompañe, alguien que desglose las exigencias que se van intensificando hacia la finalización de las etapas y que evite que se acumule todo hacia el final.
Hoy en día la calificación del alumno ya no se basa solamente en un examen sino en varios procesos de evaluación, “sin embargo, sí pueden haber factores de ansiedad que bloqueen a la persona ante una situación de evaluación y si la institución es flexible se puede hablar con los profesores para que entiendan a la persona. Si no hay una flexibilidad, es importante trabajar con una psicóloga para poder lidiar con esa ansiedad con las herramientas necesarias”, concluye.
Por su parte, la psicóloga educacional Carla Cataldo comenta que son varios los factores que pueden intervenir a la hora de lograr un estado de concentración; además de las distracciones internas que cada chico puede experimentar, como son el estado de ánimo, circunstancias personales, motivación, habilidades propias que cada uno tiene, existen otros , como los elementos tecnológicos - estos pueden acercarnos a la información y ser grandes instrumentos para el aprendizaje, pero cuando no se pone un límite al tiempo de uso de estos artefactos pueden entorpecer los estudios-, explica la profesional.
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy
La licenciada Cataldo enfatiza que es importante que el apoyo familiar sea en la medida justa. “Apoyar a los hijos en el estudio no es hacerlo todo por ellos sino brindarles ciertas herramientas que les orienten y ayuden, por ejemplo, en el caso de los más pequeños, ayudarlos a que preparen sus materiales de estudio, verifiquen que cuentan con todo lo necesario (cuadernos completos, libros, trabajos), y en los adolescentes orientarlos a que puedan gerenciar sus materiales, horarios, tiempos”, aclara.
“En la etapa de las evaluaciones finales muchos padres se ponen tensos y en vez de hacer que las evaluaciones sean parte de un proceso natural, le imprimen mucha carga emocional, transmitiendo esto a sus hijos. Esta es una buena oportunidad para reforzar la autoestima y mantener expectativas altas hacia los hijos pero que esto no se convierta en una presión excesiva”, concluye.
Tips para estudiantes
La psicóloga Cataldo da algunas recomendaciones para lograr que los estudiantes se sientan seguros:
No dejar todo para último momento, evitar esperar al día antes de la prueba para abrir los materiales y ponerse a estudiar.
Tener un espacio físico de trabajo, fijo y ordenado, con los materiales necesarios y quitando todo aquello que sirva de distractor.
Establecer tiempos de estudio y ser realistas con estos. Considerar el tiempo de concentración que tiene cada uno, incluyendo pequeños cortes en medio de ellos.
Planificar los tiempos de estudio y calendarizar los días previos, cuál disciplina o materia repasar y por cuánto tiempo, ponerse metas (cantidad de páginas, contenidos, unidades).
Unas estrategias que pueden servir en el momento mismo del examen, son las de leer bien el test, pedir las aclaraciones, diferenciar los ejercicios que resultan sencillos de los complejos, comenzar por los sencillos a fin de evitar perder tiempo.
Al terminar, revisar toda la prueba, chequear que no queden ejercicios en blanco, completarlos si es necesario. Si se encuentra algún ejercicio en el que haya algún error, corregirlo.
