PARÍS (EFE). Aquellos que han pasado al menos dos años en esas estructuras obtienen una quincena de puntos más en las pruebas de PISA a los 15-16 años, lo que equivale a un avance de cinco meses de escolaridad si se comparan alumnos del mismo origen socio-económico, indicó el secretario general de la OCDE, Ángel Gurría.
En la presentación de la 27ª edición de su informe Panorama de la Educación, Gurría destacó que esos servicios educativos en los primeros años de la vida “contribuyen a reducir la pobreza y favorecen la movilidad social”. El impulso dado por la educación muy precoz dura toda la vida y sigue ofreciendo resultados durante toda la vida”, y de ahí el interés porque los niños vayan a esos centros desde edades muy tempranas, señaló.
En la OCDE, un 76% de los niños antes de los cuatro años ha estado de media en centros de cuidado de la infancia, con diferencias notables entre unos y otros países. La horquilla va del 100% en Reino Unido o Israel, el 99 % en Francia, el 98% en Hungría, el 97% en Dinamarca, Islandia y Corea del Sur o el 96% en España y Noruega, al 56% en Chile, el 49% en Irlanda, el 45% en México, el 38% en Estados Unidos, el 27% en Grecia y el 2% en Suiza.
Gurría se quejó de que pese a la demostrada importancia de la escolarización a los tres años o antes, cuando el cerebro está desarrollando sus capacidades para aprender más adelante, “los países siguen dedicando menos dinero a esos servicios que a los estudios superiores”.
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