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El doctor Alfredo Recalde Fretes, cirujano pediátrico laparoscopista y médico de sala y guardia del servicio de cirugía pediátrica del Hospital Nacional Itauguá (*), relata acerca de una cirugía de alta complejidad. El procedimiento se aplica al quiste esplénico (bazo) no parasitario con tratamiento laparoscópico.
El profesional detalla que “los quistes esplénicos solitarios gigantes y no parasitarios son poco frecuentes, se diagnostican de forma incidental en la infancia o en personas jóvenes. El primer caso reportado en 1929 fue hecho por Andral”.
Según detalla el profesional la clasificación se divide en “primarios que abarca a los parasitarios (enfermedad hidatídica) y no parasitarios”.
“Los quistes congénitos: son serosos. Mientras que los neoplásicos son epidermoide, dermoide, linfangioma y hemangioma cavernoso”.
“Los secundarios pueden ser: traumáticos, degenerativos e inflamatorios”, apunta el galeno.
Un caso
El doctor Recalde Fretes menciona un caso: “nuestra paciente de sexo femenino de 12 años de edad ingresa al servicio de pediatría para una cirugía programada en el sanatorio Christian de San Lorenzo. La tumoración abarca la región de hemiabdomen superior izquierdo, de crecimiento lento desde hace un año, no asociado a otra sintomatología. El hallazgo es casual por ecografía, que posteriormente fue estudiado a profundidad con laboratorios, marcadores tumorales y resonancia nuclear magnética”.
Durante el examen físico el especialista “constata abdomen asimétrico a expensa de tumoración palpable, esplenomegalia (bazo) a 8 cm por debajo de la costilla izquierda que lo lleva a una deformidad en el vientre, produciendo el fenómeno de secuestro esplénico con plaquetopenia”.
El tratamiento
“La paciente fue intervenida quirúrgicamente por abordaje abdominal mínimamente invasiva, cirugía videolaparoscópica, donde se realizó una esplenectomía total (extirpación de bazo) de 20 cm de diámetro que pesó 2 kilogramos, previo aspirado del quiste (líquido lechoso) de aproximadamente 1.500 cc”, menciona el doctor Recalde Fretes.
La cirugía duró aproximadamente 120 minutos, y la paciente estaba extubada (despierta), señala el doctor.
“En su posoperatorio pasa a sala de terapia intermedia, luego a sala de internación, 24 horas después de su cirugía con buena tolerancia a la vía oral y una estancia hospitalaria de tres días”, acota el médico.
Luego se realizaron radiografías de tórax: constatándose buena expansión pulmonar. Además ecografía abdominal: donde se ve el riñón izquierdo en su lugar original ya que estaba en la pelvis. La paciente después fue dada de alta quirúrgica”, señala el cirujano. La solución fue óptima en este caso.
La cirugía
El doctor Recalde Fretes concluye que “la intervención quirúrgica por abordaje abdominal mínimamente invasiva, la cirugía videolaparoscópica, que permitió la esplenectomía total (extirpación del bazo) y la quistectomía realizada en nuestra paciente fue la mejor opción para el tratamiento del quiste esplénico. Por ser una tumoración mayor a 10 cm de diámetro como recomienda la literatura, ya que erradica la potencial ruptura del quiste, desarrollo de infección y hemoperitoneo. Es abordado por mínima invasión laparoscópica, haciendo posible una excelente recuperación y una estancia hospitalaria corta, acota.
Según expresa el doctor Recalde Fretes: “esta cirugía mínimamente invasiva fue realizada en conjunto por su equipo de médicos multidisciplinarios”.
Agrega que “para nuestra paciente significó mucho, ya que ahora se encuentra libre de esa masa tumoral que le deformaba del abdomen y estéticamente le incomodaba en su vida cotidiana”.