ROMA (ANSA). Redes sociales, correos electrónicos, videollamadas y chats resultan cada vez más utilizados por personas ancianas en Estados Unidos, con marcados beneficios para su lucidez, salud física y mental y para combatir la soledad, según un estudio de la Universidad de Michigan. Así el mito de que la cultura digital marca divisiones generacionales comienza a derrumbarse, según el informe científico publicado en la revista Cyber Psychology, Behavior and Social Networking.
El dato más fuerte que surge es cómo la red cibernética se comporta igual que un eficaz antídoto contra el sentimiento de abandono y los males que derivan de esta situación, que a veces se reitera entre los adultos mayores.
Se relevó una muestra de 591 ancianos, con una edad promedio de 68 años, en los que los investigadores examinaron las ventajas del uso de plataformas como correo electrónico, Facebook, Twitter, Skype y chats.
Más del 95 por ciento de los participantes dijo estar “bastante” o “muy satisfecho” de la relación con la tecnología y el 72 por ciento se dijo favorable a aprender a utilizar nuevas herramientas.
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Entre las ventajas registradas se señalaron: disminución de la sensación de soledad, aumento de la satisfacción y autoestima, reducción de síntomas depresivos y efectos beneficiosos sobre patologías crónicas como hipertensión y diabetes.
“Mantener intercambios estrechos con otras personas influye sobre la salud física y la tecnología social ayuda a cultivar relaciones exitosas” comentó William Chopik, responsable principal de la investigación y profesor de Psicología.
Vermífugo para combatir al Zika
PARÍS (AFP) Un vermífugo utilizado para tratar la lombriz solitaria sería capaz de bloquear la propagación del virus del Zika, un descubrimiento que podría acelerar la puesta a punto de un tratamiento contra esta infección viral que provoca malformaciones cerebrales en fetos humanos.
“Es una primera etapa hacia un tratamiento capaz de frenar la transmisión de la enfermedad” , explicó el profesor Hengli Tang de la Florida State University (FSU, EE.UU.), quien dirigió el estudio publicado en la revista especializada Nature Medicine.
Los investigadores de la FSU, de la Universidad John Hopkins y de los Institutos nacionales estadounidenses pasaron por la criba 6.000 moléculas ya aprobadas en Estados Unidos.
“Nos concentramos sobre las moléculas más cercanas a su utilización clínica”, explica Tang. Descubrieron dos clases de sustancias, una capaz de bloquear la multiplicación del virus y la otra de impedir la muerte de esas células.