Regreso a clases del segundo y tercer ciclos

El regreso a clases tiene para los chicos diferentes significados, dándose tanto emociones agradables como negativas, siendo normal que haya algo de angustia, aún en aquellos casos en los que el infante parezca contento de regresar a la escuela. Seamos comprensivos si notamos que están un poco más irritables de lo normal. Recordemos que los niños felices aprenden más y mejor.

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PRIMEROS DÍAS 

Sea comunicativo con el niño cuando empieza su nueva rutina, evitando berrinches o resistencias fuertes. Los primeros días son de adaptación, también en los grados superiores, aun siguiendo en el mismo colegio. Igual hay escenarios desconocidos, desde nuevos docentes, compañeros y actividades; un nuevo ritmo escolar, otros horarios, diferentes tareas, y más complejas responsabilidades.

HORARIOS 

Es importante hablar del cambio en los horarios. Ellos quizás se levantaban a la hora que querían, se acostaban más tarde y, comían cuando tenían hambre. Ahora deberán levantarse tan temprano como sea necesario, les guste o no.

Es recomendable disponer del tiempo suficiente para que los niños tomen un buen desayuno, sentados a la mesa. No deberán causar demoras cuando llegue el momento de salir de casa. Es fundamental tener un horario estricto pero holgado de salida.

TEMORES

Frecuentemente hay expectativa y ansiedad por el reencuentro entre compañeros, los útiles escolares nuevos y el comienzo de clases. Algunos niños vienen acompañados de angustia, miedo y estrés, por diversos motivos. Estos pueden desarrollar síntomas o expresar quejas y, con frecuencia, sienten algún malestar físico, se enferman de verdad.

Muchos tienen temor de que les vaya a ir mal, de que la maestra no los quiera, por ello es importante que se les haga sentir seguros de sí mismos, de que si les va un poco mal, no hay mayor problema pues tendrán desde casa el apoyo necesario, y si les va bien, pues excelente. Se dejará en claro que es normal equivocarse, así se sentirán apoyados y seguros.

Otro motivo de temor tanto en niños como adolescentes, es el reencuentro con aquellos compañeros que no caen bien o con los que hubo conflictos el año anterior. También existe el pánico a las pruebas, al bajo rendimiento ante la obligación de estudiar más intensivamente por la sobreexigencia académica y, por la presión ejercida, tanto por el colegio como por los padres.

RESPONSABILIDAD 

Los padres deben estar atentos a cualquier cambio de conducta o actitud, ya que estos pueden evidenciar problemas o conflictos personales o que se estén suscitando en el colegio. A la salida del mismo es fundamental conversar distendidamente, preguntar cómo les ha ido, cómo se sintieron y prestarles oído, tiempo, tolerancia y paciencia para que ellos puedan crear el hábito de expresarse con libertad y seguridad.

Revisar con ellos sus útiles, que lleguen a ser responsables en sus tareas escolares, que aprendan a cumplir horarios y hacerse cargo de cosas sencillas. Además que vayan desarrollando autonomía, mediante una eficiente rutina, propia y de control diario.

FUENTES DE ENERGÍA 

Es aconsejable implementar una adecuada nutrición natural y saludable, mantener durante el año la disciplina gastronómica.

Los adultos deben vigilar las señales de problemas, conversar acerca de sus materias, sus compañeros y profesores, orientarlos y apoyarlos en aquello que necesiten. También estimularlos y felicitarlos en sus éxitos, y corregir sus errores.

Los niños necesitan un ambiente óptimo para desenvolverse y crecer, busquemos crearlo.

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