Comerciantes bajo la lupa

Bélgica, centro mundial del comercio de diamantes, acusa al banco privado suizo HSBC de fraude; muchos comerciantes están bajo investigación en todo el mundo.

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En la primavera de 2005, Erez Dayelot, un magnate belga-israelí de los diamantes con dudosas conexiones, visitó a sus banqueros suizos en el banco privado HSBC, sitio donde pronto tendría hasta US$38,5 millones en cuentas vinculadas a compañías de fachada en las Islas Vírgenes británicas.

El negocio era bueno. Con US$886 millones de ganancias reportadas el año anterior, Dayelot informó a sus banqueros que esperaba superar esa cifra el año siguiente con $1.000 millones. Recientemente había obtenido un veredicto en Israel que le permitía pagar solo el 5% en impuestos de unas ganancias de US$85 millones. Visitando Ginebra para comprar un avión privado de US$41,5 millones, invitó a sus banqueros al aeropuerto para mostrárselos, de acuerdo a los archivos secretos de HSBC obtenidos por el diario francés Le Monde y el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés).

Foto: New York Times

Ahora se reporta que Dayelot está bajo investigación por parte de las autoridades belgas por lavado de dinero y evasión de impuestos, aunque no ha sido acusado. Y la firma de diamantes con base en Nueva York, Lazare Kaplan International, ex socia de negocios de Dayelot, afirma que Dayelot participó en una conspiración criminal para defraudarla por US$135 millones limpiando ganancias de diamantes, principalmente a través de sus cuentas de HSBC, que también eran las fuentes de $20 millones en sobornos pagados a banqueros del Antwerp Diamond Bank, de acuerdo a una demanda civil presentada por Lazare en una corte federal de EE.UU. en 2011.

La relación entre Dayelot con el HSBC difícilmente era algo único para un magnate de la industria de los diamantes. Análisis de los archivos del banco suizo muestran que brindó con ganas sus servicios a casi 2.000 profesionales de los diamantes, obviando a asociados cuestionables, investigaciones criminales y la pésima reputación de la industria de los diamantes en general.

Sede del HSBC Private Bank en Suiza. Foto: Le Monde.

El comercio de diamantes, cuyo centro mundial es Amberes, la ciudad más grande de Bélgica, retiene vestigios de antiguas costumbres de comercio que la hacen altamente susceptible a la actividad del mercado negro. El secretismo y las estructuras de clanes aún operan a menudo con efectivo y apretones de manos.

“Los diamantes son una gran forma de lavar dinero, de esconder dinero, de evadir impuestos, y todo lo demás”, dijo Ian Smillie, cofundador del Kimberley Process, una iniciativa de las Naciones Unidas para eliminar lo que a menudo se denomina “diamantes de sangre o diamantes de conflicto” – gemas que son explotadas para financiar guerras-. “Medio millón de personas murieron en la guerra civil de Angola”, dijo Smillie sobre las guerras alimentadas por diamantes de sangre. “Decenas de miles murieron en Sierra Leona, Congo y en otros lugares. Fue una gran crisis humanitaria que desestabilizó regiones enormes”.

Como una forma compacta, estable y transferible de almacenar valor, los diamantes ofrecen enormes ventajas a contrabandistas, lavadores de dinero y evasores de impuestos. En muchas formas son incluso mejores que el efectivo. Más fácil de transportar y de ocultar, son, en el mercado mayorista, casi igual de líquidos y fáciles de vender en cualquier lugar. No dejan rastro de papel y son virtualmente imposibles de rastrear. No son perecederos, no pueden incinerarse con fuego y no se devalúan por la inflación.

Aún así, sin varias cuentas suizas y operadores financieros “offshore”, el lavado de dinero y la evasión de impuestos serían mucho más difíciles de lograr. El comercio de diamantes es extraordinariamente lucrativo, por lo que algunos bancos pueden optar por hacer la vista gorda para hacerse con parte del negocio. Los archivos obtenidos por el ICIJ y Le Monde muestran que los banqueros del HSBC estaban dispuestos a cortejar a comerciantes de diamantes y ayudar a algunos de ellos a evadir impuestos ocultando sus bienes.


Un grupo de hombres trabaja en la extracción de diamantes en Sierra Leona. Foto: The Guardian.

Los archivos secretos de HSBC analizados por el ICIJ se basan en datos originalmente sacados por un empleado de HSBC convertido en informante, y entregados a las autoridades francesas en 2008. Francia compartió los archivos con otros países, y están causando repercusiones legales en todo el mundo. Un fiscal belga acusó a la unidad suiza de HSBC de fraude, lavado de dinero y conspiración criminal en noviembre – involucrando principalmente a clientes en el negocio de los diamantes – acusando al banco de “favorecer y alentar al fraude fiscal deliberadamente, dando a clientes privilegiados acceso a cuentas 'offshore', particularmente en Panamá y las Islas Vírgenes [británicas]”. HSBC dijo en su momento que iba a “cooperar en la mayor medida posible”.

En una declaración al ICIJ, HSBC escribió: “Reconocemos y nos hacemos cargo de fallas de cumplimiento y control en el pasado. Hemos dado pasos significativos durante los últimos años para implementar reformas y sacar a clientes que no estuvieran a la altura de los estrictos estándares nuevos de HSBC, incluyendo aquellos que nos preocupaban en relación al cumplimiento de impuestos”.

Los archivos del propio banco muestran que HSBC ignoró frecuentemente señales de advertencia entre sus muchos clientes comerciantes de diamantes mientras ayudó activamente a algunos a establecer compañías “offshore” para difuminar sus negocios. En medio de muchas investigaciones, HSBC decidió cerrar su grupo MEDIS, que incluía a sus clientes de los diamantes, a mediados de 2013, de acuerdo al testimonio brindado a las autoridades belgas por su funcionario legal en jefe, David Garrido. “Históricamente, las cuentas MEDIS fueron desproporcionadamente más a menudo sujeto de pedidos de las autoridades suizas relacionados a cargos criminales”, dijo. “El banco había perdido la confianza en el sector de los diamantes, que representaba un riesgo para el banco. Se tomó la decisión de separarnos de todo el sector”.

Con Dayelot, el banco ignoró sus cuestionables conexiones de negocios, de las cuales, según se reportó, el más prominente era Arkady Gaydamak, un empresario ruso-israelí condenado in absentia en Francia por su participación en el escándalo de tráfico de armas “Angolagate” en la década de 1990 (algunos de esos cargos fueron anulados en una apelación). Además, Dayelot supuestamente financiaba a Yakov Arabov, conocido por estrellas del hip-hop como 50 Cent y Notorious B.I.G. como Jacob el Joyero. Arabov fue a prisión en 2008 por mentir a agentes federales de EE.UU. sobre el lavado de dinero para la Black Mafia Family, un cártel de drogas de Detroit. Dayelot no respondió a las solicitudes de comentarios del ICIJ.

Arkady Gaydamak. Foto: The Guardian.

Otro cliente de HSBC, Emmanuel Shallop, se había ganado una mención en un reporte de 2001 de las Naciones Unidas por hacer negocios con rebeldes durante la sangrienta guerra civil de Sierra Leona. Banqueros de HSBC destacaron en 2005 que era “muy cauteloso actualmente porque está bajo presión de las autoridades belgas que investigan sus actividades en el área del fraude de impuestos con diamantes”. HSBC siguió brindándole sus servicios. En 2010, una corte belga condenó a Shallop por facilitar el comercio de diamantes de sangre en Sierra Leona, incautando US$59 millones en diamantes y bienes raíces, y sentenciándolo a seis años de prisión. “No queremos comentar sobre el asunto”, dijo John Maes, abogado de Shallop, al ICIJ. “Mi cliente no quiere que su nombre se mencione en ningún artículo por razones de privacidad”.

También está Fisi Daskal, un comerciante de diamantes alemán-belga quien en 2005 estuvo a punto de meterse en problemas con las autoridades europeas de impuestos: “Re: ESD [Directiva Europea de Ahorros] cliente confirma que procederá a abrir una corporación panameña (en 7 días) para resolver este problema”, destacó un banquero de HSBC en la cuenta de Daskal. Pocos meses después, HSBC destacó que una de sus cuentas había sido bloqueada, “afectada indirectamente en un caso criminal”. Daskal no respondió a una solicitud de comentarios.

La Directiva Europea de Ahorros es una ley que entró en vigencia el 1 de julio de ese año. Requería que miembros de la Unión Europea y otros países revelen los nombres de dueños de cuentas que fueran residentes de la UE y el interés que ganaban en sus países de residencia. A países con leyes de secreto bancario, como Suiza, se les permitía no revelar los nombres y el interés ganado a cambio de recolectar un impuesto de retención y remitirlo al país donde el cliente residía.

Foto: The Guardian.

Los archivos de HSBC están llenos de referencias a la inminente entrada en efecto de la ESD, con banqueros que discuten con sus clientes formas de establecer fondos o corporaciones en Panamá o las Islas Vírgenes británicas para proteger sus bienes de los impuestos.

La ESD coincidió con una seria preocupación en la comunidad del diamante en Bélgica por mayores esfuerzos de las autoridades en el otrora relajado país. Archivos de HSBC destacan que a Daskal le preocupaba que “el clima en Amberes sigue muy hostil. Ya no quiere que le llamemos; las intervenciones de teléfonos continúan en el mercado... tiene planes muy concretos de dejar Amberes dentro de seis meses... Confirma que muchas firmas de diamantes piensan lo mismo y están armando planes similares”.

De hecho, muchos de los clientes de diamantes de HSBC pronto abandonarían Bélgica. Entre ellos estaban Richard Davidovici, Kenneth Lee Akselrod y Mozes Victor Konig, fugitivos buscados por la Interpol por varios supuestos crímenes en Rusia, incluyendo fraude, contrabando y evasión de impuestos.

Estaba Omega Diamonds, una gran organización comerciante de diamantes manejada por Sylvain Goldberg, Robert Lilling y Ehud Arye Laniado. Los tres huyeron de Bélgica en 2006 luego de que David Renous, un informante que trabajó con Omega comerciando diamantes de Angola y la República Democrática del Congo y quien asegura que el FBI impidió dos atentados contra su vida, alertó a las autoridades de un plan de lavado de dinero y fraude de impuestos que Renous dijo permitió a Gaydamak lavar dinero de armas. Las autoridades allanaron las oficinas de Omega, incautando diamantes de sangre por valor de US$125 millones. Si bien la compañía eventualmente llegó a un acuerdo de pagar US$195 millones en 2013, el pago más largo de una empresa belga, sigue bajo investigación criminal en el país por un plan de fraude de importaciones multimillonario. Bélgica dijo que Omega debe unos impactantes €4.600 millones.

“Ni el Sr. Laniado, ni el Sr. Goldberg, ni Omega Diamonds fueron procesados ante una corte por faltas de impuestos”, dijo un vocero de Laniado y Goldberg. “La disputa de impuestos entre Omega Diamonds y las autoridades belgas fue resuelta con un arreglo civil amistoso”. No se pudo contactar con Lilling para comentarios.

Los archivos de HSBC citan a Lilling y Goldberg como dueños beneficiarios de una cuenta a nombre de Nybelgo Inc., una compañía liberiana citada un reporte de las Naciones Unidas de 2000 por exportaciones ilegales posiblemente conectadas a diamantes de conflicto. (Otras dos firmas citadas en el mismo reporte de la ONU – Alcorta Trading y Pier Enterprises SA – también están en los archivos de HSBC, aunque no están relacionadas a Goldberg o Lilling).

Foto: flandes.net

Goldberg y Laniado también fueron socios en Ascorp, un monopolio angoleño de diamantes controlado por el multimillonario ruso-israelí Lev Leviev, amigo cercano de Vladimir Putin (Leviev tenía varias cuentas numeradas en HSBC). Entre los accionistas de Ascorp, reportó el ICIJ en 2002, estaba la hija del dictador angoleño, Isabel dos Santos, la mujer más rica de África con casi US$4.000 millones. Su madre, Tatiana Cergueevna Koukanova Regan, estaba vinculada a dos cuentas numeradas en HSBC que contenían hasta US$4,5 millones en un punto dado de 2006/2007. Regan, cuyo rol exacto en la cuenta no está especificado, no pudo ser contactada para comentarios.

También está en los archivos Dan Gertler, un comerciante israelí de diamantes y amigo cercano del presidente congoleño Joseph Kabila. Se reportó que empezó comerciando armas por diamantes en las guerras civiles de África durante la década de 1990 en violación de embargos de la ONU. Un reporte del Consejo de Seguridad de la ONU de 2001 encontró “fuentes muy creíbles” que hablaron de un negocio secreto que, a cambio de un trato que dio a Gertler un monopolio de derechos a diamantes en el Congo, el israelí “accedió a lograr, a través de sus conexiones con oficiales militares israelíes de alto rango, la entrega de cantidades no reveladas de armas y entrenamiento para las fuerzas armadas congoleñas”.

Mischon de Reya, una firma legal de Londres que representa a Gertler, dijo en una carta al ICIJ que “nuestro cliente niega categóricamente cualquier participación en los supuestos intercambios de armas por diamantes en el Congo a finales de los '90” y que Gertler “no tiene conocimiento de las compañías listadas citadas en su carta como poseedoras de estas cuentas bancarias”.

“Los detalles de sus asuntos privados no son de interés público legítimo. Nuestro cliente, sin embargo, ha pagado todos sus impuestos en todas las jurisdicciones”.

Gertler aparece en los archivos de HSBC como dueño beneficiario de una cuenta a nombre de Concordia Marketing Group Inc., una firma de las Islas Vírgenes británicas. El otro dueño beneficiario de la cuenta era Daniel Steinmetz de la familia Steinmetz, unos de los más grandes clientes de diamantes vinculados a HSBC (los abogados de Gerlter dijeron que este no está asociado con Daniel Steinmetz). Miembros de la familia Steinmetz parecen haber controlado cuentas con más de US$500 millones de dólares en 2006/2007. Un banquero de HSBC destacó con un signo de admiración que una cuenta inactiva pertenecía al grupo de Daniel Steinmetz y que el banco esperaba mucho negocio de su parte en el siguiente año. Dijo que la cuenta era “parte del Grupo DS!!!” Otro banquero de HSBC también destacó que la madre de Daniel estaba muy enferma y que funcionarios del banco viajarían a Cerdeña, donde los Steinmetz vivían durante cuatro meses cada año, para visitar a la familia.

Los banqueros tenían razón en estar emocionados. Una cuenta numerada llamada 25225 KT con Daniel Steinmetz nombrado como apoderado eventualmente tendría hasta $264 millones en HSBC en 2006/2007.

El hermano de Steinmetz, Beny, prometía incluso más negocio. Uno de los hombres más ricos de Israel y socio de negocios de Gerlter, Beny expandió el negocio de diamantes de su padre a un imperio multi-industrial. Tenía importantes intereses en zonas de guerra africanas, incluyendo a Angola, Liberia y Sierra Leona, y en 2008 en Guinea, hizo uno de los tratos más lucrativos de todos los tiempos.


Beny Steinmetz. Foto: The Guardian

En su lecho de muerte, el longevo dictador de Guinea Lasana Conté entregó a Steinmetz la mitad de los derechos de minería de Simandou, el depósito de hierro más rico del planeta, sacándoselo al gigante anglo-australiano Rio Tinto. Un año después, Steinmetz, quien no tenía experiencia en la minería de hierro, vendió el 51 por ciento de los derechos por 2.500 millones de dólares. Fue casi todo ganancia. No había pagado nada por la licencia de explotación – en un país cuyo PIB completo fue solo de US$4.500 millones ese año – e invirtió solo $160 millones en el proyecto.

Pero un nuevo gobierno de Guinea bajo el reformista Alpha Conté sospechó que Steinmetz había pagado a alguien por la licencia para explotar Simandou después de todo – y de forma ilícita-. Una investigación de su Iniciativa de Gerencia Africana, financiada por el multimillonario George Soros (cuyas Open Society Foundations ayudan a financiar al ICIJ) y asistida por el ex primer ministro británico Tony Blair, halló que los Pentler Holdings de Steinmetz habían sobornado a una de las esposas del difunto dictador, Mamadie Touré, dándole millones de dólares y una participación del 5 por ciento en el proyecto a cambio de su ayuda en hacer que Conté entregue los derechos, de acuerdo a The New Yorker.


Lansana Conté, fallecido exdictador de Guinea. Foto: mediaguinee.net

Touré insistió en un contrato firmado, según testificó luego, y cuando se supo de los documentos durante la investigación apoyada por Soros, lo que resultaría en una investigación de EE.UU., el agente de Steinmetz, Frederic Cilins, viajó a Florida para pagar a Touré hasta US$11 millones para que destruya el contrato y cambiara su versión. Touré estaba usando un micrófono para el FBI, que grabó a Cilins diciéndole que estaba actuando bajo la autoridad del propio Steinmetz. Cilins luego se declaró culpable de obstruir una investigación federal de sobornos.

“BSGR y Beny Steinmetz han negado de forma consistente haber cometido faltas en Guinea”, dijo Theo Crutcher, vocero de Steinmetz, añadiendo que “BSGR ha llevado al gobierno de Guinea ante arbitraje internacional del ICSID [Centro Internacional de Resolución de Disputas de Inversiones] para defenderse ante los alegatos hechos en su contra”.

Beny Steinmetz y BGS Resources alegan que los documentos fueron falsificados y que Cilins estaba tratando de destruir las falsificaciones. Pero el propio Steinmetz es ahora blanco de una investigación de EE.UU., además de investigaciones en varios otros países, incluyendo a Guinea, Francia y Suiza, su última residencia. Steinmetz cambió su residencia oficial de Israel a Guinea en 2012, cuando las autoridades israelíes de impuestos llevaban a cabo una investigación que acabó determinando que había evadido US$1.100 millones en impuestos.

“Beny Steinmetz es un residente suizo, paga impuestos estrictamente ceñidos a su acuerdo con las autoridades suizas de impuestos y siempre ha manejado sus cuentas bancarias en Suiza en total cumplimiento de las leyes y regulaciones aplicables”, dijo Crutcher.

Una tal Pentler Pacific Ltd. aparece en los archivos de HSBC. Aunque no está conectada al grupo Steinmetz por medio de HSBC, Pentler Pacific aparece con el mismo domicilio de las Islas Vírgenes británicas que tiene Pentler Holdings, el conducto de Steinmetz que el FBI afirma sobornó a Touré.


Mineros buscan diamantes en Sierra Leona. Foto: The Guardian.

Los bancos como HSBC, al igual que la industria de las fachadas “offshore”, son parte de una estructura que posibilita el saqueo de países pobres y la evasión de impuestos en países ricos.

“Por lo general la corrupción verdaderamente significativa en el sector de los recursos no se trata de maletines con efectivo”, dijo Scott Horton, académico de la Columbia Law School que investigó las concesiones de Simandou para el nuevo gobierno de Guinea y quien no estaba hablando específicamente de Steinmetz. “Se trata de millones de dólares que son pagados a cuentas bancarias. Pueden estar en Ginebra o Londres o Nueva York. Pueden estar en las Islas Vírgenes Británicas o en las Caimán. Muy, muy rara vez van a mover dinero a bancos de Guinea o Liberia o Sierra Leona. No se puede lograr este tipo de corrupción a gran escala sin involucrar a abogados, contadores, asesores de inversiones en lugares como Ginebra, Londres, Ámsterdam, Nueva York y París”.

En setiembre de 2005, un mercader de diamantes de la República Centroafricana, uno de los países más pobres de la Tierra, se encontró con su nuevo banquero de HSBC en el Hotel Park Lane de Amberes. Abdoul-Karim Dan Azoumi “estaba con el ministro y las delegaciones centroafricanas en el vestíbulo”, destacó su banquero, y los dos intercambiaron sus informaciones de contacto para hablar luego.

Los papeles de Dan Azoumi no estaban en orden con el banco por una razón no especificada, y el banquero le dijo en llamadas telefónicas durante las siguientes semanas que “no estaba cómodo con la situación actual”, y que formar una compañía “offshore” resolvería el problema.

El banquero destacó que Dan-Azoumi era musulmán y tenía 18 hijos de cuatro esposas, con dos de las cuales seguía casado, y que dirigía Badica, una compañía de diamantes con base en la República Centroafricana. Badica sería luego señalada por un comité del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas por traficar diamantes de sangre. El Departamento de Estado de EE.UU. indicó reportes de que Badica había financiado al Séléka, el grupo rebelde musulmán que derrocó al gobierno predominantemente cristiano de la República Centroafricana en 2013, disparando una guerra civil.

El propio Hotel Park Lane tenía como co-propietarios a cuatro de los clientes del banco, incluyendo a Luscha Baumwald, Lois Stranders y Josif Grosz. “Un miembro de la familia tiene preocupaciones por la corte, así que esperamos para contactar”, dijo HSBC en la cuenta de Stranders.

Mozes Victor Konig, uno de los hombres ahora buscados por la Interpol, era el cuarto co-propietario del Hotel Park Lane. Konig tenía hasta US$144 millones en sus cuentas de HSBC, una de las cuales se denominaba Front Trading Consultants Inc., durante 2006/2007.

El grupo se ha valido de la inversión en hoteles para lavar decenas de millones en dinero sucio. Los cuatro serían condenados por fraude en 2012. Una corte criminal de Amberes los obligó a entregar el hotel de US$40 millones y unos US$18 millones en efectivo, y pasó sentencias que iban desde medidas alternativas a la prisión hasta dos años de cárcel.

Konig, Baumwald, Stranders, Azoumi ni Grosz pudieron ser contactados para comentarios.

Konig, con la Interpol detrás de él, sigue libre.

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