Algo podrido en Cateura

Algo se esconde en el vertedero municipal Cateura, concesionado a la empresa Empo S.R.L. desde hace varios años. Guardias y gancheros impiden el paso de la gente al predio público. Mientras tanto, el lugar genera preocupación por los riesgos ambientales.

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En el interior de una pequeña sala del área administrativa del vertedero municipal Cateura, funcionarios de la firma Empo S.R.L., encargada de la gestión del basurero desde hace varios años, y de la municipalidad de Asunción escuchan las explicaciones del equipo técnico de la Contraloría General de la República (CGR) encargado de realizar la auditoría a la comuna capitalina en lo que a disposición de desechos se refiere.

Afuera, funcionarios de Empo montan guardia y controlan que nadie ingrese al predio del vertedero público. Uno de ellos, un hombre de tez morena, de no más de 1.70 de alto, retacón y con un walkie en manos, hace las veces de jefe. Apenas ve llegar al móvil del diario ABC Color, ordena que uno de sus hombres se pare en el portón de acceso para evitar que el vehículo ingrese.

Bajamos igual y desde el primer momento intenta mantenernos alejados de la sala. El mediodía se acercaba y el sol golpeaba fuerte, por lo que el equipo decidió guarecerse bajo la sombra de un pasillo a la espera de que terminara la reunión.

Ahí empezaron los problemas.

El hombre que hacía de jefe, que negó a identificarse, ordenó que nos retiráramos. Ante nuestras negativas y tras señalarle que era un predio público, mandó llamar a los gancheros, mintiéndoles y diciéndoles que nuestro equipo intentaba ingresar al predio para mostrar que el vertedero debía cerrarse. Apenas estábamos esperando la finalización de una reunión con los funcionarios de la CGR.

Cuando la comitiva del ente contralor comenzó con su recorrido, los funcionarios de Empo ordenaron a los líderes de los gancheros que impidieran el paso de nuestro equipo si veían que nos acercáramos. “No le vamos a ponderar”, lanzó amenazante uno.

Ante la imposibilidad de ingresar, el equipo recorrió la periferia del vertedero y uno de los guardias, a bordo de motocicleta, se encargó de seguir de cerca el vehículo de ABC Color.

Esta situación no es nueva. Desde hace años que los responsables de la firma Empo, concesionaria de la comuna desde 2005, no permiten el ingreso de la prensa ni de nadie en el predio municipal alegando que son concesionarios. ¿Qué es lo que esconde la firma? ¿Por qué no permite el ingreso de nadie si realmente cumple con los planes de los que habla desde hace tiempo?

El mayor problema del vertedero Cateura es su cercanía con el río Paraguay y el enorme riesgo de catástrofe ambiental que existe cada vez que se registran crecidas en el nivel del cauce. El punto más crítico fue en 2013, cuando el río superó récords históricos.

La nueva crecida que registra actualmente el río Paraguay y las últimas lluvias registradas en nuestro país han generado una nueva alerta, por lo que la CGR decidió realizar una auditoría en Cateura. En el marco de esos trabajos, un equipo del ente contralor realizó un relevamiento de datos y verificación in situ, incluida una inspección ocular de la situación de la pileta de lixiviados.

Según revelaron fuentes a ABC Color, actualmente existe una diferencia de 2,50 metros entre el nivel de las aguas del río y la superficie de la pileta de lixiviados. El riacho que sirve de conexión entre el río Paraguay y el arroyo Ferreira se encuentra a unos 300 metros de distancia del lugar donde se destina el “jugo” de la basura recolectada en Cateura.

El lixiviado es un líquido tóxico que es producto del “jugo” de la basura orgánica, agua de lluvia, componentes de metales pesados de las pilas, pinturas, y otros tóxicos cancerígenos como el cromo. Los últimos días de lluvia no solo generaron la acumulación de agua en espacios destinados para los residuos, sino que también representan un aumento en la humedad de los desechos y por ello del volumen del lixiviado.

A simple vista, no se detectó aún filtración alguna. Sin embargo, ahora se debe realizar una larga serie de estudios para verificar la situación del suelo en el lugar, a fin de constatar si no existe ya una filtración subterránea de la pileta. Lo que podría tener un impacto muy fuerte en el medioambiente.

El vertedero municipal de Cateura se encuentra en una zona inundable, por lo que las aguas no solo avanzan por arriba, sino por debajo, entre las napas freáticas.

En principio, la posibilidad de que el agua del río llegue hasta la pileta de lixiviados es aún remota. Sin embargo, de continuar creciendo el nivel del cauce y si las lluvias continúan con la intensidad de las últimas tormentas, el riesgo iría en aumento.

La Contraloría debe solicitar todavía documentaciones ampliatorias sobre el plan de gestión ambiental que realiza la empresa.

En teoría, Empo cuenta con un tratamiento especial para la reducción de los niveles de la pileta de lixiviados. Esto consiste en la utilización de unos picos que filtran los químicos de la laguna, que luego deben ser evaporados. La cuestión es que este procedimiento se realiza solo en los días con mucho calor y sin viento. Es decir, el miércoles no se pudo realizar, al menos no en horas de la mañana.

Actualmente, de acuerdo a nuestras fuentes, la laguna se encuentra llena; lejos de lo que afirman algunos que aseguran que se encuentra apenas a la mitad. El lixiviado, el cauce del arroyo Ferreira, del riacho y del río Paraguay deben ser sometidos a análisis cada cuatro meses, aunque la CGR solicitará al INTN la realización una nueva serie de análisis de estos líquidos.

La obtención de los resultados finales de la auditoría llevará por lo menos varias semanas, aunque desde la CGR aseguraron que se tratará de realizar esto con la mayor celeridad posible.

Desde el cerro Lambaré, se tiene una vista general de la situación: todas las casas del entorno del vertedero están inundadas y las aguas rodean dicho depósito de residuos. Las aguas del río Paraguay superaron los seis metros de altura, y ya están en la franja del nivel crítico para las zonas ribereñas.

De hecho, en el cauce ya se observan grandes cantidades de basuras provenientes del vertedero flotando. Es decir, la contaminación de hecho ya se está produciendo.

Una serie de imágenes a las que tuvo acceso nuestro diario revelan que lejos de cumplir con las normas para ser considerado un vertedero como ser que las capas de basura ordenadamente se intercalen con capas de tierra, en realidad los desechos son arrojados desordenadamente, incluso en cauces de agua que pasan por ahí. 

Con las lluvias, además se complica conseguir la tierra para la realización del relleno sanitario.

El médico José Mayans alertó sobre la posibilidad de una catástrofe ambiental. Las aguas del río Paraguay amenazan peligrosamente con derrumbar los taludes de tierra que resguardan la base de las dos piletas de lixiviado del vertedero Cateura.

Alertó además que esta situación podría derivar incluso en demandas internacionales, teniendo en cuenta que las aguas del río Paraguay son compartidas con Argentina.

En varias ocasiones, se denunció el vertido directo del lixiviado de Cateura a las aguas del río Paraguay. Rodrigo Mussi, ingeniero químico y doctor en medioambiente, había señalado a ABC Color tiempo atrás que en nuestro país no existe aún la tecnología necesaria para realizar los tratamientos a los que debería ser sometido el lixiviado antes de ser vertido a cualquier cauce natural.

La electrodiálisis o la ósmosis inversa podrían ser alternativas para el tratamiento del lixiviado de Cateura. Un tratamiento por aireación podría haber sido factible si el contenido del líquido fuera altamente orgánico, algo que en el caso del vertedero de la capital no se da.

En el caso de Cateura, en primer lugar se habla un vertedero descontrolado, en el que no existe control sobre los residuos que ingresan. Al ser un vertedero descontrolado, la composición del lixiviado es mucho más compleja.

Como ya había hecho incluso en los momentos más críticos, la Secretaría del Ambiente (Seam) intenta minimizar la situación del vertedero de Cateura y el riesgo de una catástrofe. El titular de esta dependencia estatal dijo a radios de la capital que esa posibilidad estaba descartada, antes incluso de que se realizaran los análisis del suelo para descartar la posibilidad de una filtración subterránea.

juan.lezcano@abc.com.py - @juankilezcano

Fotos: Diego Peralbo y Raúl González, ABC Color.

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