El “autotráfico” con España

El Cuerpo Nacional de Policía de España informó ayer que al menos 25 personas fueron detenidas en el marco de una investigación por el robo de unos 200 lujosos vehículos de varias ciudades de España. Estos automóviles terminaban siendo comercializados en nuestro país sin ningún problema, al que llegaban a través de un esquema de contrabando que funcionó perfectamente entre 2012 y 2014 para introducir estos vehículos, según los investigadores españoles.

El informe divulgado por la Policía española dice que las investigaciones permitieron detectar la existencia de diversos puntos de carga en puertos españoles en donde operaban personas -principalmente de origen paraguayo- desde donde se almacenaban contenedores con vehículos y piezas de vehículos de segunda mano para salir por vía marítima hacia Paraguay. “En estos lugares de carga los investigadores recuperaron diversos vehículos sustraídos, sin marcas de forzamiento, hecho que indica que los ladrones tenían una gran especialización”, expresa la nota policial.

En su informe, la Policía española destaca el “nivel de profesionalismo” con el que operó la banda criminal, ya que a sus investigadores les llevó varios meses –casi un año, en realidad- identificar todo el esquema y empezar con las detenciones de los sospechosos. En efecto, el documento habla de dos investigaciones en conjunto: una que estuvo a cargo de la Policía Judicial y otra a cargo de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (UDCYO), lo que permitió descubrir el esquema e identificar a los posibles responsables, al menos, aquellos que operaban en territorio español.

El documento de la Policía de España indica además que gracias a las investigaciones y sobre todo al minucioso estudio de la documentación relativa al envío de estos contenedores, así como de la documentación de la recepción de los mismos en Paraguay, los policías acreditaron la existencia de una verdadera organización criminal que operaba entre España y Paraguay para el envío de estos vehículos. Además, no se descarta que los contrabandistas hayan utilizado esta ruta para enviar otro tipo de cargas, como droga o armas.

En ese sentido, Ángel Arroyo Morales, jefe del grupo de tráfico ilícito de vehículos de la Policía Judicial de España, estuvo en nuestro país en noviembre de 2014. En coincidencia con el caso de los autos robados de España y que fueron encontrados en nuestro país, Arroyo Morales ofreció un curso a los efectivos de la Policía Nacional sobre el tráfico de autos y droga, y en conversación con ABC Color aseguró que Paraguay –ya en ese entonces- aparecía como una importante ruta internacional para el tráfico de automóviles robados.

“Esta organización, formada por diferentes grupos perfectamente coordinados residentes en España y en Paraguay, se lucraba económicamente con el tráfico ilícito de vehículos sustraídos en España y con destino a Paraguay” resalta el informe policial español. En el documento se lee además que se tuvo que tener la colaboración de los Mossos d´Esquadra (La Policía de Catalunya) y la Agencia Tributaria de ese país, para determinar cómo operaba el grupo. El intercambio de datos realizado durante meses, permitió detener –hasta ahora- a un total de 25 personas integrantes de lo que las autoridades españolas catalogan de “Organización criminal” y que en este caso, se dedicaba a robar vehículos de alta gama en España para después enviarlos a Paraguay. Aquí los blanqueaban y los introducían en el mercado local. 

El documento español menciona parte del esquema; dice que los grupos en España eran los encargados del robo de vehículos y las gestiones logísticas para su traslado a Paraguay (lo que incluía la falsificación de documentos ante la Aduana y otros) mientras que los residentes en Paraguay eran los responsables de la recepción de los vehículos, su nacionalización (despacho), su venta y el pago a los grupos en España. 

Este caso saltó a la luz en setiembre de 2014 cuando ABC Color inició una serie de notas sobre la investigación que –en ese entonces- hicieron las propias unidades de investigación aduanera, que descubrieron el ingreso ilegal de estos vehículos de origen europeo en decenas de despachos tras una denuncia formulada por la Interpol de España sobre un solo vehículo. Las investigaciones aduaneras determinaron que una decena de despachos con cientos de  automóviles llegaron desde diversos puntos de España con el objetivo de ser revendidos en el mercado local. En total, fueron detectados 206 automóviles robados en España.

El esquema demostró la falta de control por parte de funcionarios del Consulado y de la Cancillería paraguaya en dicho país. A la par, también en ese entonces se empezó a investigar la entrada al país de otros vehículos robados pero desde países del Mercosur, que sumaron 76 en total. Los autos robados eran de prestigiosas marcas como como BMW, Audi, Mercedes Benz, entre otros. 

Uno de los lujosos vehículos robados y que estaba siendo buscado en España llegó a nuestro país a nombre de Mirta Dejesús Agüero de Berino, esposa del entonces administrador de Aduanas de Caacupemí, Alfredo Berino Parra. En su defensa, el aduanero dijo que el vehículo -un BMW X5 Station Wagon, color negro, 2008- fue adquirido por unos G. 70 millones de la empresa “NG Import-Export”, de Nelson Gaona García, una firma unipersonal ubicada en la ciudad de Itá. El puerto aduanero de Caacupemí fue el principal punto de entrada de los automóviles robados. 

Tras las denuncias correspondientes realizadas por la propia Aduana, el Ministerio Público designó al fiscal Víctor Maldonado para atender el caso de los automóviles de España y puso a cargo de la Fiscala Carmen Gubetich de Cattoni. En principio, los agentes fiscales imputaron a 8 funcionarios aduaneros y la Aduana abrió sumario contra quienes podrían haber estado involucrados.

Sin embargo, en diciembre del 2014, los funcionarios fueron puestos a disposición de Recursos Humanos de la Aduana y quedaron absueltos del sumario, que fue instruido por un funcionario designado por la Secretaría de la Función Pública (SFP). La investigación de Cattoni hasta ahora sigue su curso, en lo referente a los vehículos del Mercosur. Sin embargo, las pesquisas que llevó adelante el fiscal Maldonado hasta ahora no llegó a la imputación de los investigados. 

El ingreso de estos 276 automóviles robados ingresaron a Paraguay con despachos falsos por puertos Aduaneros -la mayoría de las veces por Puerto Caacupemí- a pesar de que la Aduana cuenta con cuatro sistemas informáticos de control para evitar el ingreso de droga o mercaderías peligrosas.  En efecto, la entidad cuenta con el sistema RILO (Regional Intelligence Liaison Office), que se utiliza para determinar la trazabilidad de una carga extrazona. Es decir, saber de dónde viene, de qué puesto aduanero salió, determinar los responsables del embarque y saber qué es el producto que sale con destino a un país, en este caso, Paraguay.

También cuenta con el Sistema de Transferencia Electrónica de Manifiesto Previo (STEMP) es otro sistema informático integrado de la Aduana. Los otros dos son el Sistema de Intercambio de Información de los Registros Aduaneros (Indira), que se utiliza entre Aduanas del Mercosur y sirve para registrar la totalidad del Manifiesto Internacional de Carga (MIC/DTA) que se comercializa entre los países y por último está el Sistema Cintia, que utilizan para registrar los cargamentos en tránsito hacia Paraguay país y también los que pasan por nuestro país hacia puertos del extranjero.

En Paraguay, los investigadores insistieron desde un primer momento sobre la probable participación de los funcionarios aduaneros en el caso. Pero hasta ahora, no hubo mayores avances para determinar responsables en el caso de los vehículos ingresados desde España. 

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Fotos: Fernando Romero