Cartes, sobrepasado por EPP

A pesar de que en su discurso de asunción Horacio Cartes asegurara que no permitiría que el crimen organizado ni grupos armados marcaran su agenda, los números dan cuenta de un peligroso fortalecimiento del EPP y el narcotráfico.

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“Puedo asegurarles que no nos van a marcar la hoja de ruta ni criminales ni grupos armados, en un país donde sabemos muy bien que el Estado de Derecho y la Justicia serán ofrecidos a todos los habitantes de nuestro país”, afirmaba tajante Horacio Cartes el día en el que asumía como el presidente número 49 en la historia del Paraguay.

El empresario devenido en político y quien se encargó de llevar nuevamente al poder al Partido Colorado hacía referencia principalmente al grupo criminal autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), una banda que lleva casi dos décadas aterrorizando la zona norte de la región oriental, principalmente los departamentos de Concepción y San Pedro.

Sin embargo, el grupo criminal no esperó demasiado para asestar su primer golpe bajo el nuevo gobierno. No habían pasado aún 48 horas desde el momento en el que Cartes con voz firme y ante miles dijera “Sí, juro” antes de que el EPP se hiciera sentir.

El 17 de agosto de 2013, los criminales se encargaron de hacerle sentir a la administración que aún intentaba acomodarse en sus respectivos asientos que no le iban a dar tregua alguna al nuevo gobierno. De hecho, el recrudecimiento por parte del EPP comenzó ya poco después de que Cartes resultara electo en abril de ese año.

Desde las elecciones presidenciales de 2013 hasta la asunción de Cartes, el grupo criminal registró en promedio una aparición cada dos semanas, dando una muestra clara de lo fortalecido y atrevido que estaba.

Desde su formación en 1997 hasta 2008, la banda había perpetrado apenas una decena de ataques; sin embargo, fue fortaleciendo su presencia. Durante los años de gobierno de Fernando Lugo, registró un promedio de 0.62 apariciones por mes; mientras que en el año de gobierno de Federico Franco el promedio fue de 1.7 ataques mensuales.

Apenas dos días después de la asunción de Cartes, el EPP mató a cinco personas en las inmediaciones de un tupido monte ubicado en el interior de la estancia Lagunita, en el distrito de Tacuatí, departamento de San Pedro y límite con el departamento de Concepción. En menos de 24 horas, los criminales perpetraron al menos cuatro atentados en la zona.

Esa aparición violenta precipitó a que el Poder Legislativo aprobara por amplia mayoría la modificación de la ley de Defensa Nacional. Con ello, se permitía la movilización de efectivos militares en los departamentos de Concepción, San Pedro y Amambay de manera permanente a fin de dar lucha a los criminales que operaban en esa zona. Nacía así la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC), un cuerpo conformado por policías, militares y agentes antidrogas que debía dar frente a la cuestión en la zona norte del país.

La implementación de esta ley establecía una especie de estado de excepción permanente en los tres departamentos afectados, algo que algunos entendidos señalaban que rozaba la inconstitucionalidad. Con crédito político aún importante, Cartes consiguió aprobar su primera gran ley.

Sin embargo, en tres años de mandato y a punto de que se cumpla el mismo tiempo desde la creación de la FTC, los resultados no han sido favorables para el gobierno de Cartes. De hecho, parece haberse registrado un retroceso importante.

Rafael Filizzola, exministro del Interior y quien fuera candidato a la vicepresidencia de la República en 2013, es uno de los más críticos al gobierno, sobre todo en lo que a este punto refiere. “Desde mi punto de vista hay un retroceso enorme en materia de seguridad “, señaló en conversación con ABC Color, cuando se le consultó sobre su perspectiva de los tres años de mandato de Cartes.

Filizzola señala que un ejemplo objetivo de ese retroceso se puede notar si se tiene en cuenta en el incremento de la tasa de homicidios en los últimos años. El exministro y político opositor indica además que ha habido un avance importante de la violencia del crimen organizado. “Esto se manifiesta principalmente en la zona fronteriza con casos de sicariato casi a diario”, agrega.

En donde se han registrado números que Filizzola considera muy preocupantes es en lo que a la lucha contra el EPP se refiere. El grupo criminal no había perpetrado secuestro alguno desde 2009, tras la liberación del ganadero Fidel Zavala; esta racha de “silencio” se rompió en abril de 2014 cuando capturó al adolescente Arlan Fick Bremm.

Arlan se convertía en el primer menor de edad capturado por los criminales y en el primer caso de secuestro perpetrado por el EPP en cinco años. A partir de ahí, la cuestión no hizo sino más que empeorar para el gobierno de Cartes.

Un par de meses después, con Arlan aún en cautiverio, los criminales secuestraron al suboficial Edelio Morínigo mientras se encontraba de cacería con un grupo de amigos. El primer secuestro doble del grupo criminal, el primer agente policial que caía en cautiverio.

El grupo criminal mantuvo a ambos secuestrados durante varios meses; obligó a la familia Fick a pagar US$ 500.000 en efectivo y repartir víveres por US$ 50.000, mientras que intentó utilizar a Edelio como moneda de cambio en trueques por varios de sus miembros condenados por crímenes como secuestro o asesinato.

Arlan fue liberado en la Navidad de 2014, pero un par de semanas después fueron capturados Robert Natto y Érika Raiser, ciudadanos alemanes que fueron asesinados durante un confuso enfrentamiento entre el EPP y la FTC, mientras el grupo criminal se retiraba de la estancia en la que había secuestro a ambos.

En agosto de 2015, el colono menonita Abrahán Fehr Banman era secuestrado mientras volvía a su casa en la colonia Manitoba tras una jornada de trabajo en el campo. En julio de este año, los criminales se llevarían a Franz Wiebe, un adolescente de 17 años que se dedicaba a trabajar en el campo para ayudar a su familia a conseguir el sustento.

Tras casi dos décadas de existencia, el EPP ha perpetrado 10 secuestros, 6 de los cuales han tenido lugar durante los primeros tres años de mandato de Cartes. Es decir, en promedio se registraron dos secuestros por año desde que el colorado llegó al poder.

“Esto señala un fortalecimiento importante del EPP. No solamente si medimos en secuestros, si no si medimos en ataques contra objetivos civiles, ataques contra líneas de alta tensión. El EPP se ha fortalecido y tiene un mayor control territorial, al igual que el crimen organizado en general”, afirma Filizzola, haciendo un análisis de esta situación.

Desde sus inicios como la banda de Choré en la segunda mitad de los años ’90, el EPP ha perpetrado un total de 113 ataques y ha asesinado a 53 paraguayos. La mitad de estos atentados y más de la mitad de estas muertes han tenido lugar entre agosto de 2013 y julio pasado.

Durante el mandato de Cartes se han registrado 28 víctimas fatales del EPP: 17 civiles, 8 policías y los primeros tres militares caídos. Esto arroja un promedio de 0,77 muertes a manos del grupo criminal por mes en la era del “Nuevo Rumbo”. 

En lo que a ataques refiere, el grupo ha perpetrado 55 ataques desde que Cartes asumió, lo que arroja un promedio de 1,52 atentados por mes en estos tres años.

“Yo no conozco resultados concretos en relación al EPP, a lo mejor uno o dos casos que no son relevantes en tres años. Si tomamos los números de gobiernos anteriores, tenemos alrededor de 40 integrantes del EPP no solamente fueron capturados sino también procesados y condenados y están cumpliendo condenas. Desde 2013 no hay esos resultados”, asevera Filizzola al respecto.

A pesar de ello, el gobierno insiste en hablar de buenos resultados y señala como un ejemplo de ello que ha dado de baja a unos 80 miembros del EPP y que ha conseguido aplacar prácticamente por completo a la Agrupación Campesina Armada (ACA, un desprendimiento del primer grupo). Sin embargo, esta última banda inició de hecho ya bajo el mandato de Cartes.

“Si el gobierno habla mucho de resultados contra la ACA, no quiero menospreciar la peligrosidad pero creo que no existe otra agrupación con la complejidad del EPP. El gobierno habla de personas que supuestamente pertenecían a la ACA, pero no explican demasiado qué función cumplían”, acota Filizzola.

“Hablando del EPP hay más control territorial, más capacidad operativa y ningún resultado”, insiste.

Además, hay que señalar que la creación de la FTC dotó al gobierno cartista de recursos humanos y económicos, además de un marco jurídico que le permitían mayor campo de acción. En promedio, de acuerdo a estimaciones, el Estado estaría destinando mensualmente unos G. 3.200 millones a la lucha contra el EPP. 

“A pesar del avance que ha tenido el EPP, la Policía está con las mismas carencias que hace un par de años”, puntualiza Filizzola, quien recuerda que en administraciones anteriores se decidió realizar proyectos para dotar a la fuerza del orden de los elementos más básicos con los que no contaban: camionetas, armas y municiones. Además se inició un proyecto para aumentos salariales y otorgamiento de provisiones y se buscó evitar que los agentes fueron los que tuvieran que adquirir con sus recursos personales elementos de trabajo.

“Ahora, nuevamente personal policial tiene que recurrir a sus propios recursos, armas y municiones”, agrega el exministro del Interior.

Recuerda además que se habían combatido cuestiones como las guardias privadas y los hechos de corrupción en filas policiales, pero que estas situaciones han comenzado a reaparecer con la llegada del gobierno cartista.

Pero no solo el EPP ha conseguido avance territorial, afirma Filizzola. “Lo mismo ocurre con el crimen organizado”, explica y señala como ejemplo el asesinato del narcotraficante Jorge Rafaat Toumani en pleno centro de Pedro Juan Caballero a manos de un comando de sicarios al servicio de otras organizaciones criminales.

“Tenemos que todos los días por lo menos uno o dos casos de sicariato. Eso convierte en la zona norte del país en una de las zonas más violentas no solamente a nivel regional, sino que de acuerdo a estándares, tiene una de las más altas tasas de homicidios. Hace unos años estábamos en una situación crítica, ahora es descontrolada”, acota

“Este gobierno es el que más recursos tuvo en la historia y el que peores resultados tuvo. Cuando más dinero se invirtió y es cuando el EPP y el narcotráfico se fortalecieron más. Hay mucho dinero invertido, yo realmente tengo dudas de que ese dinero no llegue a donde tiene que llegar porque el personal se queja de la falta de recursos, se los ve teniendo”, apostilla.

“Estamos gastando mucho más, pero tenemos mucho menos elementos. Después hay cosas que rozan lo ridículo cuando el ministro dice que los blindados no se pueden usar porque están todos en mantenimiento al mismo tiempo. Es decir, no se pueden usar elementos no porque no los haya sino porque hay demasiada burocracia. Eso es ridículo”, finaliza.

A pesar de su discurso inicial y de los muchos recursos con los que cuenta, el gobierno de Cartes no ha podido aún demostrar efectividad alguna en la lucha contra el grupo criminal EPP. Y en eso, los números hablan.

juan.lezcano@abc.com.py - @juankilezcano

Infografía: Rodrigo Pujol (rodrigo.vergara@abc.com.py - @PujolRodrigo)

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