Chequeos antes de las clases

Con una visita al médico, antes del inicio de la actividad escolar o en los primeros días, se pueden detectar tempranamente problemas o enfermedades. Además, hay que tener en cuenta que en meses de calor abundan los cuadros de gripe o gastroenteritis.

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Las instituciones educativas en Paraguay inician sus actividades en esta época, algunas comienzan antes, y el ritmo de vida de los niños y adolescentes varía nuevamente tras las vacaciones de verano. Por esta razón es importante que previamente a ir a la escuela sean examinados por un médico, pediatra u otro especialista.

El Dr. Héctor Wagner, pediatra y especialista en Estimulación temprana y Neurodesarrollo, ante el contexto de la vuelta a clases recomendó que aparte de que el médico realice chequeo cardiacos al niño debido a que hará ejercicios en la institución, “también sería importante que visite un oculista”.

“Antes de comenzar la escuela, lo ideal es que vayan a un oculista”, indicó que desde los seis meses de vida ya se puede visitar un oculista, sin embargo, el problema se podrá notar recién en etapa escolar. En caso de no hacer esto los estudiantes pueden tener “dificultad de aprendizaje, porque no deletrean bien, no leen bien, entonces se distrae y de paso a sus compañeros porque no están viendo bien”, expuso.

En caso de que los más grandes tengan problemas en cuanto a aprendizaje “también es conveniente la evaluación de una psicopedagoga porque no es normal que un niño tenga malas notas todo el tiempo. Hay que ver que el entorno familiar no sea tan grave”, comentó Wagner. También están quienes no escuchan bien por eso “deberían pasar por un fonoaudiólogo”.

Por todas estas razones “es importante que se consulte antes de la actividad escolar”, tanto en lo físico porque de todas maneras al niño le pedirán una evaluación para poder realizar actividades físicas. “Por esto se les hace una electrocardiograma, si tiene antecedentes se les pide un estudio de sangre”, detalló el médico pediatra.

En lo que dura dicha estación del año la cantidad de casos de vómitos y diarreas, “lo que se llaman gastroenteritis” abundan bastante. Pueden darse “principalmente por la ingesta de agua no potabilizada, ya sea del río, la pileta o también de la canilla, porque sabemos que nuestras aguas muchas veces no están bien tratadas”, explicó Wagner.

Además los alimentos mal procesados y elaborados, a los cuales se les rompió la cadena de frío, también pueden provocar esos malestares y se ve un pico muy importante en estos días.

La comúnmente conocida como gripe de verano aparece de manera atípica en esta temporada, originada por afecciones a las vías respiratorias. “Hay un aumento importante en niños, adolescentes y hasta adultos”, señaló el pediatra. Por otra parte suelen ser esperados por los bruscos cambios de temperatura, los vientos, las lluvias y la exposición a estos factores.

Otro elemento que influye muchísimo es el “uso desmedido del acondicionador de aire, porque el proceso que sigue este es sacar la humedad del ambiente haciendo que se sequen la garganta, la nariz y los ojos – los que usan lentes de contacto se dan cuenta de esto – y cuando esa mucosa se seca, los virus que estaban en el ambiente se acercan a la piel, ingresan al organismo y nos infectan. Incluso las bacterias”, expuso.

Para evitar este tipo de situación “siempre recomiendo utilizar el acondicionador de aire en 24° C y acompañar de modificadores en la pieza, puede ser una palangana con agua; pero debe ser una fuente de agua para que mantenga la humedad en el ambiente”, declaró.

Wagner comentó “también estamos viendo muchos cuadros de infecciones de piel, denominadas piodermitis, principalmente en los niños pequeños de entre dos a tres años”, estas son lesiones similares a lo que se llama comunmente el “el susu’a, nosotros le llamamos absceso a eso o también como granitos que no se curan y se infectan fácilmente”.

Las bacterias están todo el tiempo en la superficie de la piel y logran ingresar a nuestro organismo interno con ayuda del sudor que ablanda la dermis, a través de una raspadura, haciendo posible que predominen las enfermedades en el calor. “En la época de calor en nuestro país es muy frecuente y más en niños, varones principalmente por los golpes”.

La falta de químicos en el agua de las piletas es bastante frecuente, consideró el Dr. Héctor Wagner. “El agua no clorada en los pelopinchos – como le decimos acá - después de 24 horas es un caldo de cultivo porque pueden crecer ciertas bacterias que no crecerían si están tratadas con cloro”.

Debido a la situación de muchas piletas, se registran casos de otitis externa, porque el agua entra al oído y no sale. A la criatura le molesta, se toca y le duele. Puede tener pus y debe tomar antibiótico, aclara. Según explicó el especialista “lo ideal sería prevenir, con el uso de tapones en los oídos, de buena marca; también gorritas para evitar y disminuir la probabilidad de que entre agua al oído”.

Las afecciones por hongos son comunes luego de estar por bastante tiempo en el agua. Esos organismos aprovechan la piel emblandecida para entrar. Estos pueden combatirse con cremas.

Wagner habló también de las toallas que se deben cambiar cada seis meses, principalmente la de los niños. Además deben ser de algodón para que no lastimen la piel, porque actualmente la mayoría de estas son de poliéster.

Explicó que el proceso de secado después de una ‘pileteada’, además de pasar la toalla por la piel es “permitir que el viento les seque porque se queda un poco de humedad y por más ínfima que sea se queda un poco de hongos” y agregó “muchas veces les secamos y ya le ponemos la ropa interior”, sin embargo estos quedan en la zona de los genitales.

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