El invierno, al igual que en Paraguay, ya ha llegado a Westeros, y parece que va a ser uno particularmente caliente teniendo en cuenta todos los conflictos que están a punto de comenzar.
Pero, como todos los que siguen la serie de HBO basada en las novelas de George R.R. Martin saben, es una historia de escala amplia, con muchísimos personajes y varias subtramas, e incluso con el obsceno ritmo con que Martin y los creadores de la serie suelen matar personajes –con especial sed de sangre de aquellos que al público le gustan–, puede ser difícil seguir tantos nombres, y eso puede resultar que más de un año después uno pueda sentirse perdido.
Por lo tanto, un breve recordatorio de cómo quedó la situación puede ser conveniente para aquellos sin tiempo o ganas de volver a ver las diez horas de episodios que compusieron la temporada anterior solo para estar al día este domingo.
Obviamente, lo que siguen son spoilers, así que quienes no hayan visto lo más reciente de la serie y estén interesados en hacerlo por sí solos antes de adentrarse en la nueva temporada, deberían dejar de leer en este momento.
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La historia de Jon Snow desde la primera temporada ha estado ligada a la Guardia de la Noche, los guardianes del gigantesco muro de hielo que protegía al continente de Westeros de los salvajes norteños y, como se descubriría luego, de la amenaza existencial de los mitológicos Caminantes Blancos.
Pero tras haber decidido, ya como comandante de la Guardia, que era más importante salvar a sus enemigos jurados los salvajes y de paso evitar que los Caminantes consigan más cuerpos no-muertos para su masivo ejército, Jon se metió en todo tipo de problemas que incluso lo llevaron a la muerte... que gracias a los poderes de la misteriosa y mística hechicera Melisandre no fue permanente.
Tras haber ajusticiado a los traidores que se rebelaron contra él, Jon y todos sus aliados, incluyendo a los salvajes y el gigante que sobrevivieron el viaje al sur del muro, Melisandre, Ser Davos Seaworth (uno de los pocos sobrevivientes del desastroso intento de Stannis Baratheon de acabar con las fuerzas de la casa Bolton que tomaron la ciudad de Winterfell, el antiguo dominio de los Stark) y su recién llegada hermanastra Sansa Stark, marcharon hacia Winterfell para enfrentar a Ramsay, quien había asesinado a su padre Roose Bolton y se había hecho a sí mismo jefe de su casa.
Esto resultó en la brutal y angustiante “Batalla de los Bastardos”, en la que las fuerzas superiores en número y tácticas de Ramsay rodearon a las de Jon y casi las arrasaron por completo, algo que solo fue evitado gracias a la oportuna llegada a último momento de los caballeros del Valle, liderados por el siempre maquiavélico Petyr “Littlefinger” Baelish, que dieron la vuelta a la batalla. Ramsay se retiró a Winterfell, perseguido por Jon y sus aliados, quienes finalmente lograron superar las defensas de la ciudad y conquistarla, y someter a Ramsay a un poco de justicia irónica cuando Sansa, quien se había visto obligada a casarse con él y sufrir sus abusos, hizo que sus propios sabuesos se lo devoraran vivos.
Luego de años Winterfell está de nuevo en manos de la familia Stark –aunque con la preocupante presencia e influencia de Baelish presente– y Jon, técnicamente liberado por su muerte de su juramento con la Guardia, ahora tiene el objetivo de preparar las defensas contra los Caminantes.
En cuanto a los otros dos únicos Stark que quedan vivos –tras la muerte de Rickon antes de la Batalla de los Bastardos–, Arya Stark escapó de su entrenamiento con el Hombre sin Rostro en la ciudad de Braavos y se dio una vuelta por los Gemelos, la base de la casa Frey, para eliminar son particular sadismo otro nombre de su lista: Walder Frey, bajo cuyo techo se dio la traición que acabó con la masacre de su madre Catelyn y su hermano Robb.
Y Bran, estudiando bajo la tutela del místico Cuervo de Tres Ojos, descubrió el origen de los Caminantes Blancos y la verdad sobre el parentesco de Jon, pero, en su afán por ir demasiado lejos en sus excursiones metafísicas fuera de su cuerpo paralizado, acabó atrayendo al refugio donde se hallaba a los caminantes. Bran apenas escapa, pero el incidente les costó la vida al Cuervo de Tres Ojos y al fiel e inocente sirviente de los Stark, Hodor, quien se sacrificó para dara Bran tiempo de escapar.
Si hubo una “ganadora” de la temporada pasada de Game of Thrones, fue Cersei Lannister, quien luego de su humillación a manos de la secta religiosa que tomó el control de la capital del reino en King's Landing, llevó a cabo un plan que básicamente acabó de un golpe con toda la oposición que tenía en la ciudad.
Cuando el gran líder religioso de la ciudad, el Gorrión Supremo, además de la reina Margaery Tyrell, el hermano de esta, Loras; y varios de los nobles más importantes de la ciudad se hallaban reunidos en el templo de Baelor, Cersei hizo detonar una carga masiva del letal fuego valirio, haciendo volar por los aires el edificio y gran parte de la ciudad con él.
Horrorizado por lo ocurrido, el hijo de Cersei y rey, Tommen, cometió suicidio, dejando el camino libre para que Cersei se coronara a sí misma y tomara asiento en el codiciado Trono de Hierro. Su ambición la dejó sin sus amados hijos – cabe recordar que su hija Myrcella fue envenenada por sus enemigos en la región de Dorne cuando volvía hacia King's Landing – y probablemente dejó en precario estado su relación con su hermano y amante Jaime Lannister, pero el trono es de ella.
Pero se enfrenta a la posible amenaza de Oleanna Tyrell, la matriarca de la casa Tyrell que sin duda buscará venganza por la muerte de Margaery y Loras y que parece buscar aliarse con otra enemiga jurada de los Lannister: Obara Sand, quien en un sangriento golpe se hizo con el control de la casa Martell de Dorne y quiere hacer pagar a los Lannister por la muerte de su amado Oberyn Martell a manos de Gregor Clegane, “la Montaña”, actualmente el guardaespaldas principal de Cersei.
Eso sin mencionar a...
Luego de años de consolidar su poder en el exilio, la última hija de la casa Targaryen, los antiguos soberanos de Westeros, finalmente tiene la flota necesaria para cruzar el mar e iniciar su conquista del continente. La acompañan no solo sus tres gigantescos dragones, sino también un gran ejército compuesto de los letales Inmaculados y su líder Gusano Gris, los mercenarios Segundos Hijos liderados por Daario Naharis y las vastas huestes de guerreros nómadas Dothraki a cuyos líderes incineró.
Además, cuenta con valiosos aliados como el siempre ingenioso Tyrion Lannister y el maestro de espías Varys de su lado, mientras el caballero Jorah Mormont busca una cura para el mal que lo aflige para poder volver al servicio de su reina.