Adiós a “la dolorosa voz”

Los desgarradores gritos de Zombie hicieron vibrar de emoción a más de uno. Esa voz llena de vida esta semana nos abandonó en la carne, pero Dolores O’Riordan permanecerá indeleble en los discos grabados y en el recuerdo de quienes la apreciaron.

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En 1994 una canción llamada “Zombie” presentaba al mundo entero la voz de Dolores O’Riordan, cantante principal del hoy ya emblemático grupo de rock alternativo The Cranberries. Este lunes, el universo musical quedaba impactado con la noticia de su partida. Dolores, de solo 46 años, dejó un legado artístico plasmado en canciones cargadas de profundidad y emoción, que espejaban los momentos difíciles de su vida.

Nacida en la localidad de Ballybricken, Limerick, Irlanda, el 6 de setiembre de 1971, el desgarrador y conmovedor tono que utilizaba Dolores para cantar no era casualidad.

Su familia fue marcada por el accidente de su padre Terence, quien cayó de una motocicleta cuando ella apenas contaba con dos días de nacida. Esto obligó a su madre a ser el principal sostén del hogar, pero tenía que arreglárselas como pudiera, ya que lo que ganaba en un bar como camarera no le alcanzaba para Dolores y para sus hermanos, que debían a trabajar en las siembras del papá fallecido.

Cuando tenía 8 años vivió momentos sumamente traumáticos que la marcarían aún más. Primeramente, una de sus hermanas incendió la vivienda familiar por accidente. Su familia sin un techo en donde guarecerse, y desamparados, tuvieron que recurrir a la ayuda de sus vecinos para poder levantarse.

Posteriormente, y como la misma Dolores comentaría a la revista LIFE en el año 2013, fue abusada sexualmente desde los 8 años, y hasta que cumplió 12, por una persona en la que, según declaró, confiaba mucho.

Esta infancia cargada de traumas y momentos oscuros la convirtieron en una adolescente poco común, que deambulaba por el colegio con pelo corto y aspirando ser como sus hermanos, ya que envidiaba la libertad que contaban los hombres, y quería experimentarla también. Sus compañeros la apodaron “la chica que escribe canciones”.

En este tiempo, comenzó a hacerse fanática de grupos británicos como The Smiths y Duran Duran, así como de su compatriota, la cantante Sinead O’Connor. También tenía una gran admiración por la música sacra, por lo que solía participar en el coro de su iglesia. A esto podría atribuirse su particular manera de cantar.

En 1989, ya más adulta, Dolores unió fuerzas con el guitarrista Noel Hogan, su hermano el bajista Mike Hogan, y el baterista Fergal Lawler para formar The Cranberries, el grupo que la lanzaría a la fama internacional y que convertiría su voz en icónica.

En 1993, veía la luz el primer álbum de Dolores, llegaba su primer album, Everybody Else Is Doing It, So Why Can't We? que traducido al español significa: “Todo el mundo lo hace ¿Por qué nosotros no podríamos?”.

Este primer proyecto musical les proporcionó a Dolores y a su grupo un éxito moderado pero importante para ser una agrupación nueva que se abría paso en el competitivo mercado del rock alternativo de comienzos de los 90.

No obstante, la conquista del mundo solo estaba a un álbum de distancia, ya que en octubre de 1994 llegó “No reason to argue”, que contenía la megaexitosa canción “Zombie”, una protesta en contra de la violencia armada religiosa que azotaba Irlanda en aquellos turbulentos años.

Con su pegadizo y enérgico coro de “in your head, in your head”, hoy en día la canción es reconocida incluso por personas que no suelen escuchar rock, o que no conocen a la banda en varias partes del mundo, incluyendo nuestro país, donde pese a la barrera del idioma, el tema es sumamente conocido y coreado.

Durante la segunda mitad de los 90, en una época en la cual la música pop pasó por un momento de mucha fabricación que generó grupos como N’Sync, las Spice Girls o los Backstreet Boys, Cranberries representó junto a otras bandas la supervivencia del rock, la profundidad y la integridad en el ambiente del mainstream.

Bury the Hatchet, de 1999, fue una renovación creativa para la agrupación, que con canciones de aire más optimista y letras que trataban de temas como el amor, el matrimonio y los hijos, lograron nuevamente un gran reconocimiento gracias a éxitos como “Dreams”, “Promises”, “Animal Instinct” o la positivista “Just my Imagination”.

Producto de una vida dura sobre todo en su infancia, la salud física y sobre todo mental de Dolores O’Riordan ha estado en el ojo público en los últimos años de su vida. Luego de agredir a algunos policías en 2014 en un vuelo que iba de Nueva York a Irlanda, se supo mediante un expediente médico que la cantante tenía desórdenes mentales al momento del hecho.

Esta terminó posteriormente confesando a la revista Metro de Londres, el año pasado, que había sido diagnosticada con trastorno bipolar, y declaró a la publicación de su país, Irish News, que tenía numerosos problemas con la depresión. No obstante, aseguró tener numerosos momentos de felicidad en su vida, señalando a sus hijos como los principales motores de su día a día.

Entre otras cosas, O’Riordan también admitió al Belfast Telegraph haber tenido un intento de suicidio a través de una sobredosis, mientras que al medio Mirror le comentó que luego de beber mucho, no podía tener cerca pastillas para dormir, puesto que se veía tentada a consumirlas, lo cual podría causarle la muerte.

El lunes 15 de enero de 2018, la muerte sorprendió a Dolores O’Riordan en Londres, en donde se encontraba grabando una nueva versión de su obra más conocida, “Zombie”. Y sorprendió además a todo un ejército de fans que la seguían alrededor del mundo, y que jamás imaginaron perderla a sus apenas 46 años.

Aunque la causa de su muerte aún es desconocida, la policía asegura que no es sospechosa, y se especula con una embolia o un infarto.

Artistas de todo el mundo y de diferentes géneros recordaron a la fallecida cantante. Algunos de ellos fueron sus colegas Billy Corgan, líder de los Smashing Pumpkins, los miembros de REM, la reconocida británica Adele, sus compatriotas del grupo The Corrs, los famosísimos U2, entre muchos otros.

Tanto representó Dolores para su nación, que hasta el propio Presidente de la República irlandesa, Michael D. Higgins, así como el Primer Ministro Leo Vardakar, la recordaron y le rindieron homenaje.

Dicen que no hay edad para la muerte, pero sin dudas, perder a una persona tan joven y con mucho para dar al mundo de la música, hace mella en los corazones, incluso de los que no se caracterizan por ser tan fanáticos de este estilo musical.

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