Via crucis desde lo alto

La representación de la pasión cristiana es una costumbre arraigada en la tierra guaraní. Diversos son los rincones de nuestro país donde las iglesias llevan a cabo la obra, que llega a transmitir mucha emoción y espiritualidad en los fieles.

Pero hay ciertas características que hacen especial al via crucis realizado en la ciudad de Atyrá. Un elenco integrado por más de 100 personas de todas las edades, pertenecientes a la capilla Virgen de los Milagros de la comunidad de Zanja Hũ, se prepara con meses de anticipación para realizar una dramatización que tiene como marca registrada la cruda realidad con la que presentan escenas de los evangelios. Desde niños en brazos de sus padres hasta adultos mayores, todos se prestan con mucha disciplina a los exigentes ensayos diarios para que la presentación salga sin errores.

Aprovechando al máximo la geografía que les proporciona su territorio, el elenco representa la pasión mientras va subiendo por los empinados caminos del Kurusú Cerro. Hablamos de unos 1.300 metros de difícil camino, por donde se van presentando las estaciones.

La representación, además de trabajo actoral, exige una preparación física importante, sobre todo para los personajes principales, como el de Jesús, que es interpretado por David Rodi desde que inició este proyecto, hace ocho años.

En realidad, la recordación especial de la Semana Santa en Atyrá es una tradición de siglos, pero fue recién hace ocho años, que, tras una pascua joven, un grupo de chicos motivados por la gran pasión que sentían, decidieron iniciar un elenco que se sostuviera en el tiempo.

En conversación con ABC Color, Alcides Candia, uno de los coordinadores del proyecto, contó que ningún integrante del grupo es un profesional de la actuación. “Todo lo hacemos a pasión y a pulmón”, expresa.

Los comienzos para convertirse en un elenco estable que convirtiera a la ciudad de Atyrá en un punto tradicional para presenciar la crucifixión de Cristo no fueron fáciles. Más allá de las técnicas de actuación, que también les costaron trabajo, la mayor dificultad fue la económica.Había que ingeniárselas para adquirir los costosos atuendos. Así, comenzaron a surgir las ferias de pulgas, hamburgueseadas y cualquier venta que les permitiera reunir algo de dinero.

Tampoco es que los esfuerzos hayan disminuido en estos años. Siempre es una cuestión de trabajo y suerte llegar a la Semana Santa con todo lo necesario para realizar la representación. Pero, con peripecias y sacrificios, hasta ahora, nunca defraudaron a un público que ya tienen formado y espera con ansias que sorprendan cada año.

Como le decíamos más arriba, el trabajo actoral fue siempre un gran desafío, pues no tenían estudios de teatro. Sin embargo, apelando a la creatividad, adoptaron un método muy útil para aprender a actuar por su propia cuenta. “Nos pusimos a ver películas, muchas películas, detenidamente. Copiábamos cada movimiento, las coreografías, las miradas, porque no es solamente aprenderse un texto y decirlo de memoria, hay que actuarlo”, explicó el líder juvenil.

El equipo de coordinadores está integrado por David Rodi (quien interpreta a Jesús) Úrsula Bareiro, Mirian Candia, Alberto Argüello y Alcides Candia. A la vez, ellos son los que encarnan a los personajes principales, como el centurión, María, José, Poncio Pilatos, entre otros.

Si bien para todos el trabajo es significativo, el mayor peso recae sobre David, quien tres meses antes de comenzar los ensayos inicia una rutina de entrenamiento y buena alimentación. Esta disciplina es necesaria para él, teniendo en cuenta que el sello personal del elenco es la realidad de las acciones en escena. “Nuestro Jesús recibe azotes reales, por supuesto, con una técnica especial. Hay ciertas zonas donde él mismo nos permite golpearlo para no lastimarlo”, cuenta Alcides.

Por otra parte, las cruces que cargan a cuestas tanto Jesús como los ladrones crucificados tienen un peso real, por lo que cargarlas caminando 1.300 metros por el empinado cerro requiere de cierta resistencia física. Si bien por ahora David Rodi tiene la responsabilidad de interpretar a Jesús cada año, el equipo ya está preparando a otros adolescentes y jóvenes con suficiente antelación, de manera que, dado el momento de tener la oportunidad de encarnar al codiciado personaje, estén a la altura del papel.

Pese a los numerosos ensayos, no siempre todo puede salir perfecto. Entre risas, Alcides recuerda la vez que los soldados “mataron” a Jesús antes de que pudiera decir las siete palabras. Tampoco pueden olvidar aquella vez que, al alzar al actor a la cruz, esta quedó inclinada y el “Cristo” sintió miedo de caer, pero, afortunadamente, pudieron enderezarla a tiempo.

Quienes ya tuvieron la oportunidad de presenciar el via crucis de Atyrá refieren que es una experiencia inolvidable de la que ningún espectador se arrepentirá. Si no conoce el espectáculo, estos días santos son una excelente oportunidad para deleitarse no solo con la significancia espiritual de la actividad, sino también con el acervo cultural y talento que despliegan estos habilidosos jóvenes.

Si quiere asistir, tiene la opción de viajar a la capital ecológica ya durante la tarde del Jueves Santo y llegar para la representación de la Última Cena, que se realizará al atardecer en la base del Kurusu Cerro. Atyrá ofrece una gran variedad de posadas turísticas para pernoctar, a precios muy accesibles, pues forman parte de un proyecto conjunto con la Secretaría Nacional de Turismo para potenciar turismo en la región.

Puntualmente a las 09:00 del Viernes Santo se inicia en la escuela Básica Nº 400 la procesión para posteriormente ir ascendiendo al cerro. Una vez en la cima, se realiza la la pasión de Cristo, que culmina con el traslado al sepulcro, que también está ubicado en la cima de la colina. Todos los que deseen acompañar el camino pueden hacerlo forma libre y gratuita. Para quienes deseen hacer aún más emocionante la experiencia formando parte del elenco de actores, se dispone de atuendos de la época, que serán prestados a los visitantes de manera gratuita. Los que deseen ser partícipes pueden comunicarse al (0982) 485-418.

La peregrinación hasta la cima del cerro, para presenciar la crucifixión, demora aproximadamente 150 minutos.